La artista que después de diez años por fin pudo destrozar los plagios de sus obras

Los lienzos plagiados estaban en una cadena de cínicas de estética, pero tras un fallo judicial hoy la pintora española los destrozó con la colaboración de varios artistas.

La artista valenciana Rosa Torres destruyó hoy algunas de las 300 obras de arte que estaban en varias clínicas de estética de una misma cadena y eran copias de sus trabajos con paisajes de tonos vivos y líneas sintéticas, después de que este año una sentencia le haya dado la razón al afirmar que se trataba de falsificaciones supuestamente atribuidas a un artista llamado Agustín Jiménez.

La decisión de Torres se produjo después de un litigio en defensa de su arte que duró diez años y puso de manifiesto “la escasa sensibilidad” de la justicia española con la defensa de la propiedad intelectual de los creadores, en palabras de su abogado, Àlex Devís, según informó hoy el diario El País de España.

Se trata de una causa que fue tres veces archivada hasta la sentencia que se conoció este año y en la que un juzgado llegó a emitir una orden a Interpol para localizar al plagiador, pero nunca se supo nada al respecto.

El abogado de la artista habló de “despropósitos” durante el proceso y explicó que las obras se pudieron recuperar porque los nuevos propietarios de la cadena, al conocer el caso, las descolgaron y las pusieron a disposición judicial y de la propia Torres, quien hoy, en el centro de la sala gótica del espacio cultural Centre del Carme de Valencia y rodeada de otros artistas, cortó y pintó los lienzos tirados por el suelo o apoyados en la pared. La artista también tomó una de la sobras plagiadas para, con aerosol rojo, escribirle encima la palabra “fake” (falso).

El antiguo propietario de la cadena de clínicas de estética que había adquirido las obras no fue alcanzado por el fallo porque la sentencia considera “posible” que “el acusado comprara los cuadros porque le gustaban sin saber ni sospechar que consistían un plagio de Rosa Torres”, debido a que se trata de “una pintora cotizada y de prestigio, pero cuya obra es conocida en círculos profesionales”.