La política ha sido, una vez más, la gran invitada de la Berlinale. La 67 edición del festival de cine de la capital alemana arracó este jueves por la noche. Desde la alfombra roja, Dieter Kosslick, director del evento, quiso enviar un mensaje.
“Espero que a la gente le apetezca pasar diez días en paz, con personas de todo el mundo, de diferentes culturas, de diferentes colores, de diferentes religiones. El mundo es mucho más orginal y bonito de lo que la gente cree”, afirmó.
Ai Weiwei también asistió a la apertura del festival.
“Creo que todas las películas deberían ser políticas porque vivimos en un mundo que necesita nuevas voces, de lo contrario, la cosas solo pueden ir a peor”, dijo el artista chino.
El actor Diego Luna, miembro del jurado este año, habló de una manera divertida sobre el muro que Donald Trump pretende construir en la frontera con México, su país.
“Estoy aquí para investigar cómo se derrumba un muro, aparentemente aquí hay muchos expertos y yo quiero llevarme esa información a México”, explicó bromeando.
La Berlinale abrió con la proyección de la película “Django”, del francés Etienne Comar. “Django” compite este año por el Oso de Oro.
El filme relata la vida del legendario músico de jazz Django Reinhardt, víctima del acoso nazi por su origen gitano.
Mr Long es otra de las películas que luchan por el máximo galardón de la Berlinale. Escrita y dirigida por Sabu, la cinta nos cuenta la historia de un hombre que intenta rehacer su vida al lado de su familia tras haber dejado atrás sus relaciones con la mafia japonesa.
Y el documental Beuys, sobre la historia del artista alemán Jospeh Beuys, también se encuentra en la competición del festival. El filme está dirigido por Andres Veiel.
(Euronews)