La Canasta Básica Alimentaria de 2017 terminó el año con un incremento de 21,7 por ciento, según la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). En tanto, la Canasta Básica Total sufrió una suba de 26,8 por ciento.
De esta manera, una pareja con dos hijos de entre 6 y 8 años necesitó un ingreso de 6.644,40 pesos en diciembre último para no caer bajo la línea de indigencia y 16.677,44 pesos para no ser pobre.
Esta medición servirá de base para estimar el índice de pobreza, que se difundirá el 28 de marzo próximo.
El peso de los servicios públicos fue lo que diferenció ambas canastas ya que en diciembre, cuando se aplicaron subas a las tarifas de luz y gas, la Canasta Básica Total tuvo una inflación de 4,1 por ciento en el último mes del año y la alimentaria de 1,2 por ciento.
Hasta junio último, la pobreza alcanzaba al 28,6 por ciento de la población, lo que abarca a unos 12 millones de argentinos, y la indigencia equivalía 6,2 por ciento de ese porcentaje.
