Lejos del imaginario que los coloca en posiciones casi antagónicas, la ciencia y el rock comparten rasgos y motivaciones. Así lo afirma el físico uruguayo Ernesto Blanco en su nuevo libro “Los Rolling Stones y la ciencia”. En dicha obra la vida o las canciones de la banda británica se convierten en un disparador para internarse en teorías sobre la configuración del sonido, la percepción del color y la dinámica de grupos.
Acaso como demostración de que la ciencia es una disciplina próxima a los fenómenos sociales y a la vida cotidiana, bastan algunas anécdotas sobre el recorrido de la formación liderada por Mick Jagger y Keith Richards para construir un texto desafiante que se anima a cruzar apuntes sobre riffs y acordes notables con los métodos que permiten confirmar o refutar una hipótesis científica.
Blanco, doctor en Biomecánica y guionista de ciclos de divulgación, toma hits de la banda surgida en 1962 para exponer teorías sobre la percepción y el comportamiento social. Al mismo tiempo, apela a la estadística para desactivar el mito que cifra los 27 años como edad fatídica para los rockstars. Esta fábula ha sido abonada por el deceso de un sinfin de músicos extremadamente famosos a esa edad. Entre ellos se puede mencionar a Jim Morrison, Kurt Cobain, Janis Joplin o Brian Jones, uno de los fundadores de The Rolling Stones.
“Los mejores trabajos científicos, como las revoluciones culturales, suelen nacer de las fisuras que se encuentran en lo establecido. Ahí es donde, desde el comienzo, golpearon los Rolling Stones“, destaca Blanco en conversación con Télam. Blanco es autor también de “Los Beatles y la ciencia”. Ambas obras publicadas por Siglo XXI Editores.
Además del cuestionamiento de lo instituido, tanto la ciencia como la música poseen otras similitudes.
“Hay muchos paralelismos posibles pero es importante señalar la disciplina y el esfuerzo que requieren ambas” afirma Blanco. Y continúa, “a veces se reduce la música a una cuestión de inspiración, pero el rigor y el método son tan decisivos como el componente creativo. Por ejemplo, sobre “Yesterday”, sin duda unos de los temas más exitosos de la música universal, hay un mito según el cual la canción surgió durante un sueño que tuvo Paul McCartney
Es posible que un fragmento haya tenido origen en ese sueño. Pero después hubo un trabajo enorme para darle una estructura, arreglarlo armónicamente y ver cómo se ensamblaba ese trabajo de cuerdas que era muy distinto a todo lo que venía haciendo The Beatles hasta ese momento. En la música y en la ciencia, la creatividad y la inspiración son muy importantes, pero es decisivo el trabajo metódico y crítico”
En el tema “Paint It Black” los Rolling Stones utilizan una metáfora del color que recién en 2010 fue confirmada por un grupo de científicos. “Los Rolling responden a una percepción popular que asocia lo oscuro con lo negativo“, explica Blanco. “Es frecuente que por la forma en que formula sus hipótesis y por su pretensión de objetividad muchas veces hay elementos de la cultura popular o la cotidianeidad que cuesta abordar desde la ciencia. El capítulo dedicado a “Paint It Black” permite mostrar cómo la ciencia en su búsqueda de objetividad se encuentra a veces con dificultades para desarrollar ciertos temas y por eso que necesita un tiempo mucho mayor que el de la percepción social”
Uno de los puntos de encuentro más importantes entre el rock y la ciencia tiene que ver con el cuestionamiento de lo instituido.
“Cuando uno habla de revolución científica de lo que habla es de cómo cambió el principio de autoridad“, sentencia Blanco. Y agrega: “Y eso es lo que logró también el rock: hacer música bajo otros parámetros y no los canónicos. La música y la ciencia comparten el impulso de rebelión frente a lo institucionalizado.
El gran rockero de la ciencia fue Galileo, un tipo que tenía una personalidad muy fuerte, que se enfrentó al poder dominante y que además lo hizo comunicándose con las masas. Pero detrás de Galileo y Mick Jagger hay toda una cultura de jóvenes que no llegaron a triunfar pero que formaron la base cultural de la que ellos emergieron. Galileo fue un ícono, como lo son Mick Jagger y John Lennon”
FICHA TÉCNICA:
Título: “Los Rolling Stones y la ciencia”
Autor: Eduardo Blanco
Sinopsis:
Sus majestades… ¿científicas? Rebeldía, sexo, drogas y una vida de excesos acompañan a los Rolling Stones casi desde aquella maravillosa casualidad que juntó a Mick y Keith en una estación de tren. ¿Cómo hicieron aquellos muchachitos para sobrevivir y convertirse en la banda de rock más grande y longeva del mundo? ¿Será cierto lo del pacto con el diablo? Si hasta hay quienes ven a Richards como a una rareza de laboratorio…
Por eso, nuestro autor de Los Beatles y la ciencia, Ernesto Blanco, decidió poner manos a la obra (o mejor, a la investigación) y meterse de lleno en la ciencia del rock and roll. Porque allí donde a primera vista sólo hay riffs, acordes y distorsiones, aplicando las dosis justas de física, matemática y biología, él encuentra los colores, las ondas, la evolución, las siete (o más) vidas de Richards explicadas desde el más puro raciocinio.
La distorsión del sonido de la guitarra en “Satisfaction” analizada matemáticamente, todo lo que la estadística tiene para decir sobre la existencia del club de los 27 (del que Brian Jones forma parte), el aporte de los labios de Mick Jagger a la paleontología (y a la música, claro), una mirada evolutiva al hecho de que “no siempre puedes conseguir lo que quieres” y hasta un recorrido por el espacio a 2000 años luz de casa, comandados por Mick, Keith y nuestro físico-músico-superhéroe están en las páginas de este libro.
¡Porque no es sólo rock and roll… y nos gusta!
Editorial: Siglo XXI
{Télam}