La explosión dejó a 300.000 personas sin hogar y terminó con la vida de 202. Otras 6.500 sufrieron heridas. En medio de la pandemia de Covid-19, el pasado 4 de agosto el puerto de Beirut fue el escenario de una gigantesca y trágica explosión, que arrasó con todo en un radio de diez kilómetros.
Ahora, a tres meses del desastre, una escultura realizada con restos dejados por la explosión se levanta en el puerto de la capital libanesa. Mide casi tres metros de altura, tiene el brazo levantado, el viento aleja el cabello de su rostro con cicatrices y un reloj roto a sus pies marca las 6:08, la hora en que toneladas de explosivo destruyó Beirut. Nazer fue voluntaria en las tareas de limpieza en la ciudad, y de aquellos días obtuvo el material para su obra.
La estatua sin nombre es obra de la artista libanesa Hayat Nazer y está realizada con vidrios rotos y materiales retorcidos, que alguna vez fueron parte de casas y comercios. .“Si miras la estatua, la mitad tiene una pierna parada, la mano parece entregada, hay una cicatriz en el rostro con el pelo al viento y el reloj de este lado, como si la explosión todavía estuviera ocurriendo”, dijo Nazer en declaraciones a Reuters Televisión.
En un diálogo con la cadena CNN, agregó: “La explosión me rompió el corazón. Estaba devastada. Estaba traumatizada, pero honestamente, todos nosotros en el Líbano estamos traumatizados”.
“Pero la otra mano y la otra pierna (…) están inclinadas como si estuviera empezando a caminar y levantara la mano, quiere continuar, quiere seguir y levantarse de los escombros. Y esa es la verdad, esa es nuestra verdad”, dijo la artista, de 33 años, que cree en la resiliencia libanesa.