El 24 de noviembre de 1991 fue el último día de vida de Freddie Mercury. Tenía 45 años. Una enfermedad respiratoria, asociada al sida, terminó con la existencia del cantante de Queen. De él, por supuesto, quedó su inmensa obra y toda una historia de vida, plasmada recientemente en la película Bohemian Rhapsody. Y entre el material de archivo que llegó hasta estos días se encuentran las dos últimas fotos conocidas del artista, tomadas hace un poco más 28 años: el 28 de agosto de 1991.
El fotógrafo de Freddie Mercury, al aire libre y en la intimidad de su casa, fue su novio y compañero en los momentos más difíciles, Jim Hutton. “Ese verano Freddie posó para una cámara por última vez, la mía. Sucedió así. Estaba en el jardín fotografiando algunas de las flores en plena floración y Freddie caminó hacia mí”, contó Hutton en un posteo publicado en el Instagram de los fans del cantante.
Extremadamente flaco, en un jardín precioso y con el look que adoptó en el final de su vida, el líder de Queen aparece de pie y agachado en las imágenes tomadas por Hutton. “Quería que retrocediera, para que no fuera un primer plano. Luego posó mientras yo tomaba cuatro fotos, y sacó una sonrisa para cada una. Estaba tan pálido que sabía que no se veía lo mejor posible, pero no me importó; de todas las fotos que tengo de Freddie, esas son las que más amo”, expresó su pareja.
En el mismo posteo, el administrador de ese espacio de fans en Instagram explicó que, más allá de que se cumplía un nuevo aniversario de la fecha en la que fueron tomadas las fotografías, publicaba las imágenes para mostrar no cómo se veía Freddie Mercury durante su enfermedad sino para demostrar que, aún en esos días finales, la voz de Queen nunca dejó de sonreír.
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