“La noche que Pepe Arias veló al fiscal”, una obra de Carlos Balmaceda recibió la “visita” de integrantes de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal, tras la presentación de una denuncia en contra de la pieza teatral.
La situación insólita se desarrolló el pasado 8 de agosto cuando, al finalizar la pieza en el Teatro La Máscara, cuatro oficiales se presentaron ante Balmaceda para solicitarle el guión de la obra. Era la segunda fecha en la cual el espectáculo se desarrollaba en ese lugar.
Según explicó Balmaceda, los policías se presentaron al teatro por orden de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 22, tras la recepción de una denuncia por un presunto caso de discriminación que tendría lugar en la acción que propone la obra.
“La obra es sobre el fiscal Nisman, la invención de su muerte. Yo salí a dar una respuesta teatral sobre eso y sobre el encubrimiento de la voladura de la AMIA”, explicó el dramaturgo, en diálogo con el periodista Gustavo Sylvestre, en Radio 10.
El dramaturgo también se expresó en Facebook. En un texto en esta red social, Balmaceda señaló: “No creo que haya antecedentes en el teatro argentino, ni siquiera en épocas de dictadura, en los que una fuerza policial se presente en una sala, vea la pieza teatral y luego proceda a notificar al director (así está encabezada el acta) sobre los motivos de su presencia allí.”
El director contó que se negó a entregar el guión porque el mismo puede ser consultado a través de la Sociedad Argentina de Autores (Argentores). “La idea, claramente, fue amedrentar al autor de la obra, que en este caso es además el director y el actor; la pretensión fue invadir su ámbito de trabajo, con el público presente todavía en la sala, para conseguir el efecto intimidatorio adecuado a estas épocas”, añadió Balmaceda.
El acto de intimidación recibió el repudio de distintos sectores del ámbito artístico. La Asociación Argentina de Actores expresó: “Consideramos que en una sociedad democrática la criminalización de las expresiones artísticas y la judicialización del arte constituyen una violación a libertades básicas de todo ciudadano, como las de expresión, de opinión y de trabajo. Como siempre, estamos atentos a cualquier intento de limitar esos derechos.”
Por su parte, la Asociación argentina del teatro independiente (ARTEI) calificó lo ocurrido como “un acto de de censura y de intimidación”. “Exigimos respeto a la libertad de expresión y al estado de derecho que debe imperar en toda democracia”, sostuvieron a través de un comunicado.
En tanto Norberto Gonzalo, director del Teatro La Máscara, también rechazó “el procedimiento intimidatorio que se efectuara contra el dramaturgo y actor Carlos Balmaceda”. ” Al mismo tiempo informamos que dicho espectáculo solo contaba con dos presentaciones programadas los días 18 de julio y 8 de agosto, lo cual no hace más que agravar tal procedimiento, al tratarse de dos funciones teatrales con fecha fija, fuera de nuestra temporada. Reiteramos nuestro repudio a ese injustificable accionar, así como la total solidaridad con el compañero Carlos Balmaceda”, comunicó Gonzalo.
A pesar de la insólita causa iniciada, Balmaceda aclaró que “La noche que Pepe Arias veló al fiscal” seguirá interpretándose. “Con toda su carga de sarcasmos, ironía y humor negro, haciendo lo que el teatro político tiene que hacer: es decir, hacer que duela, que se sepa, que al menos desde esa misa que es el teatro, la verdad se cuele por los intersticios del poder”, concluyó el autor.