Hasta ahora, poco se sabe sobre cómo la jubilación y la redistribución del uso del tiempo que conlleva se relacionan con el bienestar experiencial, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) encontraron que las personas mayores jubiladas de diversos países del mundo presentan, en términos generales, niveles superiores de bienestar emocional –una de las formas en que se evalúa la felicidad– que sus homólogos en activo.
Asimismo, han encontrado que estas diferencias se explican en parte por los cambios en la cantidad de tiempo invertido en actividades como trabajar, hablar con otras personas, ver la televisión y escuchar la radio. El trabajo ha contado con 21.000 participantes de China, España, Finlandia, Ghana, India, México, Polonia y Sudáfrica, con algunas diferencias entre dichos países.
El objetivo fue determinar si existen diferencias en el bienestar entre los adultos mayores jubilados y los que trabajan; si el uso del tiempo explica una parte de estas diferencias; y si estas relaciones potenciales difieren entre los países de altos, medios y bajos ingresos. Se utilizaron datos de dos estudios internacionales: SAGE (China, Ghana, India, México y Sudáfrica) y COURAGE en Europa, centrándose en participantes mayores de 50 años.
El tiempo libre es felicidad
El estudio muestra que, en los países europeos, un mayor tiempo viendo la televisión se relacionaba con una menor experimentación de emociones negativas y también positivas, mientras que escuchar la radio solo se relacionó con un mayor bienestar emocional en los países no europeos.
“Si bien sabemos que hay diferencias entre las personas en el modo en que la transición a la jubilación afecta a su bienestar, nuestra investigación indica que, en términos generales, las personas mayores jubiladas experimentan más emociones agradables y menos emociones desagradables”, informa Darío Moreno-Agostino, psicólogo del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la UAM y primer firmante del trabajo.
“Los resultados sugieren que la promoción de una mayor flexibilidad en el uso del tiempo entre las personas mayores podría llevar a una mejora en su bienestar emocional”, concluye. El estudio, publicado en la revista Emotion, ha sido fruto de la colaboración entre diversos centros de investigación de prestigio alrededor del mundo.
(SINC)