La jueza laboral María Alejandra D’Agnillo resultó herida ayer durante el tiroteo en la zona del Palacio de Justicia, cuando la policía y tres delincuentes que acababan de robar una joyería en Libertad y Corrientes se enfrentaron en un tiroteo en ocho cuadras a la redonda.
La magistrada, que fue herida junto a un empleado judicial, continúa internada en el Sanatorio Finochietto, pero en buen estado.
A la jueza, que está a cargo del Juzgado del Trabajo Nº 63, le realizaron una “toillete” quirúrgica para limpiar los restos de proyectil que tenía en el muslo, según informó la Unión de Empleados de la Justicia Nacional.
Los médicos le indicaron que, aparentemente, fue una bala de un calibre grande la que le atravesó las dos piernas, aunque no le tocó la arteria femoral ni ningún hueso. D´Agnillo deberá permanecer en observación hasta que se terminen de efectuar los análisis correspondientes.
“Ante la consulta de diferentes medios de comunicación, informo que por el momento no realizaré declaraciones sobre los hechos ocurridos el pasado 6 de febrero y que son de público conocimiento. Agradezco mucho el interés y la preocupación. Espero que puedan comprender la situación”, manifestó la jueza en un comunicado difundido por el Centro de Información Judicial.
Ezequiel Allende, de 27 años, es escribiente del Juzgado Familia Nº 9, recibió un balazo en la pierna y fue operado anoche. Los médicos “pudieron sacar una parte de la bala y limpiar toda la herida”.
“Es una fractura expuesta muy importante de la tibia. Le hicieron medio yeso para que no se mueva y, según la evolución, ven si con no menos de tres meses de yeso, es suficiente o tienen que operar y poner un clavo”, informó la Unión de Empleados .
El impacto que recibió Allende sería de un calibre más chico que el de la jueza.
Ayer por la tarde se produjo el robo de una joyería, seguida de una persecución y un tiroteo, en pleno microcentro porteño. La escapatoria de los ladrones incluyó el hurto de un vehículo utilitario y una balacera de unos 50 tiros, en ocho cuadras de una zona plagada de policías, tránsito y transeúntes.
Por ahora, se identificaron tres delincuentes: uno de ellos resultó herido y está detenido e internado y los otros dos, prófugos. Uno de ellos habría logrado escapar luego de ocultarse en la Procuración General de la Nación, ubicada en Uruguay al 400. Allí se habría cambiado de ropa, habría tirado el arma y se habría mezclado entre la gente para salir del edificio y pasar desapercibido.
(Con información de Télam)
