Muchos gobiernos aumentaron “drásticamente” sus intentos de manipular la información en las redes sociales, por lo cual 2017 fue el séptimo año consecutivo de declive general de la libertad en Internet, advirtió Freedom House, una entidad dedicada a la prevención y protección de periodistas en situación de riesgo, entre otras causas.
La advertencia, contenida en el informe anual de esta organización, establece que las tácticas de manipulación y desinformación en Internet desempeñaron un papel importante en las elecciones de al menos 18 países, incluido Estados Unidos. Este factor “dañó la capacidad de los ciudadanos de elegir sus líderes sobre la base de noticias objetivas y debates auténticos”, indica el documento, adelantado hoy a la prensa y reproducido por la agencia de noticias EFE.
El texto “Libertad en Internet 2017”, que se presentó hoy en Washington, se centra en el período que va entre junio de 2016 y mayo de este año y evalúa la situación en 65 países, que suman el 87 por ciento de los usuarios de Internet en el mundo. “La manipulación del contenido en línea contribuyó a un séptimo año consecutivo de disminución general de la libertad en Internet, junto a un aumento de las interrupciones del servicio de Internet móvil y un aumento de los ataques físicos y técnicos contra los defensores de derechos humanos y medios independientes”, concluye el informe.
Los gobiernos de 30 países desplegaron “alguna forma de manipulación” para distorsionar la información en la red, siete más que los 23 del periodo anterior.
“Los comentaristas pagados, trolls, bots, sitios de noticias falsas y medios de propaganda fueron algunas de las técnicas utilizadas por los líderes para inflar su apoyo popular y esencialmente avalarse ellos mismos”, indica el reporte. Y agrega que la mayoría de los gobiernos se enfocaron en la opinión pública dentro de sus propias fronteras pero otros “buscaron expandir sus intereses en el extranjero, ejemplificado por una campaña de desinformación rusa para influir las elecciones estadounidenses”.
Por tercer año consecutivo, China fue “el peor abusador” de la libertad en Internet en el mundo, seguido por Siria y Etiopía. Menos de una cuarta parte de los usuarios de Internet del mundo reside en países donde la red se designa como “libre”, lo que, según los parámetros de Freedom House significa que “no existen grandes obstáculos para el acceso, restricciones onerosas de contenido o violaciones graves de los derechos de los usuarios, como vigilancia sin control o repercusiones injustas por el discurso legítimo”.
Desde junio de 2016, 32 de los 65 países evaluados en el reporte vieron deteriorada su situación y los retrocesos más notables los registraron Ucrania, Egipto y Turquía. De América Latina se destaca el retroceso en Venezuela, México y Ecuador.
Internet en Venezuela pasó a ser declarado “no libre” en el reporte porque disminuyó el acceso, aumentó la censura y hubo bloqueos y ataques técnicos contra medios y ONGs. De México se denuncian las “prácticas de vigilancia ilegal” recogidas en las investigaciones que revelaron “que el spyware del gobierno atacaba de manera abusiva a las personas involucradas en la investigación de la corrupción y los abusos contra los Derechos Humanos”. Sobre Ecuador se señala que durante la campaña electoral de las presidenciales se piratearon cuentas de redes sociales de políticos, periodistas y activistas “de la oposición” para “difundir desinformación”.
Freedom House es una organización independiente con sede en Washington que da seguimiento al estado de la libertad, la democracia y los derechos humanos en el mundo.