La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó hoy en Washington con el foco puesto en cuál será el grado de una eventual condena al gobierno de Venezuela y con protestas frente a la sede del encuentro por la crisis en Nicaragua, que finalmente también será analizada en las deliberaciones con la presentación de un proyecto de declaración.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, recibió esta mañana a los cancilleres de los 34 países miembro en el Salón de las Américas para la cita anual más importante de la organización que agrupa a los países del continente, entre ellos el estadounidense Mike Pompeo y el venezolano Jorge Arreaza.
En una breve alocución, el diplomático hizo un llamado a la libertad y la democracia y aseguró que el continente debe estar “definitivamente libre de dictaduras”
Sin hacer alusión a ninguno de los países miembros, aunque la “situación de Venezuela” es uno de los aspectos a tratar en la agenda de la Asamblea, Almagro recordó que “solo en democracia el individuo tiene, ejerce y reclama sus derechos” e insistió en que “solo desde la democracia” los individuos tienen derecho a pelear “por los errores del presente”. “Cuando estamos dispuestos a celebrar elecciones con candidatos proscritos y presos políticos no estamos haciendo democracia (…) estamos siendo cómplices del autoritarismo y violando derechos humanos”, agregó.
Estados Unidos y el Grupo de Lima -conformado por otros 14 países críticos del gobierno de Nicolás Maduro, entre ellos la Argentina- buscan en la cita de dos días una dura resolución contra Caracas, que Washington quiere que vaya más allá de la condena e inicie el proceso para suspender a Venezuela en la organización panamericana.
La aprobación de una resolución sobre Venezuela puede servir para establecer el criterio de legalidad y legitimidad del continente americano con respecto al gobierno chavista y, dependiendo de su alcance, puede llevar a cambios en las relaciones diplomáticas, imposición de sanciones y restricción de visados.
La suspensión es la mayor sanción que contempla el organismo y solo se aplicó a dos países: Honduras, en 2009, tras del golpe de Estado que depuso a Manuel Zelaya como presidente; y Cuba tras el triunfo de la Revolución de Fidel Castro en 1959. Sin embargo, para conseguir la suspensión de Venezuela, es necesario que se convoque una Asamblea General extraordinaria, por lo que la eventual marginación de ese país no podrá ocurrir en esta reunión.
Comienza la #AsambleaOEA, la Delegación Argentina está presidida por el Canciller @JorgeFaurie pic.twitter.com/GpJlKp9YlE
— Argentina en la OEA (@ARGenOEA) June 4, 2018
LA CRISIS EN NICARAGUA
La inauguración de la 48va. Asamblea General del organismo estuvo precedida por la presencia de manifestantes nicaragüenses que se congregaron hoy frente a la sede de Washington para exigir una condena al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, tras la represión a las protestas que en los últimos 47 días dejaron más de un centenar de muertos en el país centroamericano, recogió la agencia de noticias DPA.
La crisis en Nicaragua, donde las protestas comenzaron a mediados de abril por una reforma previsional que finalmente fue retirada por el Gobierno, no fue incluida en el temario en las reuniones previas a esta cita. Sin embargo, en los últimos días, el recrudecimiento de la violencia contra los manifestantes en el país centroamericano aumentó la presión para que la OEA aborde la situación.
Por otro lado, durante el encuentro se votará una resolución que pide nuevamente a Argentina y Reino Unido retomar las negociaciones sobre la disputa por la soberanía de las islas Malvinas.
La OEA está compuesta por los 35 países de América, pero funciona con 34, debido a que Cuba nunca pidió su reactivación después de que en 2009 se levantara la suspensión que se le impuso en los años 60 por su alineación con el bloque comunista.