Los resultados de un gran estudio observacional con más de 90.000 pacientes en 671 hospitales del mundo, publicado en la revista científica The Lancet la semana pasada, concluyeron que los tratamientos con cloroquina o su análogo hidroxicloroquina no solo no mejoran la condición de los enfermos de la COVID-19, sino que causan problemas cardíacos y aumentan el riesgo de muerte.
Como consecuencia de ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó ayer que suspendía temporalmente los ensayos clínicos con este fármaco, debido a “razones de seguridad”, dijo Tedros Adhanom, director general de la institución.
“El grupo ejecutivo ha implementado una pausa temporal del grupo de hidroxicloroquina dentro del ensayo SOLIDARITY, mientras los datos son revisados por la junta de supervisión de seguridad”, señaló el director general en una sesión informativa on line.
La hidroxicoloroquina, un medicamento contra la malaria, ha sido promocionada por Donald Trump como un posible tratamiento contra el coronavirus. El presidente estadounidense incluso dice que toma el fármaco para ayudar a prevenir la infección.
La OMS ya había recomendado anteriormente que no se utilizase la hidroxicloroquina para tratar o prevenir la infección por coronavirus, excepto como parte de ensayos clínicos.
Mike Ryan, jefe del programa de emergencias de la organización, señaló que la decisión de suspender los ensayos con hidroxicloroquina se había tomado por “precaución”.
(Agencia SINC)