Al gobierno le costará conseguir los “consensos básicos” que necesita para avanzar en el Congreso con las reformas planteadas ayer por Mauricio Macri , sobre todo en el aspecto laboral, previsional y tributario.
Desde el Frente Renovador, el diputado nacional Alejandro Grandinetti, advirtió que espera a ver cómo se plasmarán en la “letra chica” los lineamientos planteados ayer por el gobierno.
“La buena intención de bajar los impuestos y transparentar la política son lugares en que nos vemos todos, pero habrá que ver la letra chica”, aclaró el legislador del bloque massista, que continuará en la Cámara Baja los próximos dos años, en diálogo con Diario Vivo.
“Más allá de las palabras bonitas, todo se reduce sobre a qué sectores se aplicará. Estamos hablando de una transferencia social de recursos en un momento en que el 40 por ciento de las nuevas erogaciones van a pago de la deuda”, advirtió.
En las elecciones legislativas del 22 de agosto, la lista de Sergio Massa alcanzó el 11,03 por ciento de los votos y, el año que viene, el actual diputado quedará afuera del Congreso. En los últimos dos años fue una de las fuerzas políticas con las que el oficialismo logró “consensos” que le permitieron aprobar algunas leyes.
“Creo que hemos tenido una línea de conducta muy clara, no en términos de oposición u oficialismo. De hecho, el oficialismo ha tomado parte de lo que planteábamos, como grabar la renta financiera”, respondió Grandinetti, frente a la consulta de si, a partir del año que viene y tras el resultado electoral, se ubicarán del lado del oficialismo o de la oposición.
Si bien todavía no hay “letra chica”, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó ayer que el gobierno propondrá que la fórmula de actualización semestral de las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones sociales pase a ajustarse cada tres meses y por inflación. La legislación vigente, aprobada en 2009, estableció un cálculo que combina el índice de “Remuneración Imponible promedio de los Trabajadores estables” (RIPTE) y el nivel de recaudación.
“Deberíamos aspirar a una recomposición razonable, a partir de la recaudación del Estado. Estamos haciendo foco en un sector que ya había sido postergado y le habíamos dado una fórmula que tiene previsibilidad, de manera que les fuera bien cuando al Estado crecía”, consideró Gandinetti.
“La diferencia entre una actualización y otra es de 100.000 millones de pesos. Me parece que le estamos sacando muchos recursos a uno de los sectores más débiles. La fórmula actual es más sustentable. Aunque sea más lenta, me parece mejor”, agregó.
Otro de los puntos planteados ayer por Macri es la búsqueda del equilibrio fiscal, entre otros mecanismos, a través del saneamiento del empleo en la administración pública.
“Con la búsqueda del equilibrio fiscal estamos de acuerdo, pero cuando tenés un déficit del 4,2 por ciento y seguimos con déficits gemelos, lo primero que nos tienen que decir es cómo lo van a hacer”, reclamó el diputado del Frente Renovador.
“Lo que más tuvimos ayer fue un ámbito de encuentro discursivo. El ámbito de formalización de acuerdos es el Congreso. En definitiva, fue una expresión de buenos deseos y esperamos el prospecto de cómo se llega. Es deseable y necesaria la búsqueda de consensos, pero hay que saber hacia dónde”, concluyó Gandinetti.
Por su parte, el diputado del Frente para la Victoria Juan Carlos Díaz Roig aseveró que Macri hizo un análisis que partió de “datos falsos”. “Lleva dos años de gobierno y el déficit creció arriba del 4 por ciento el año pasado y ahora pinta arriba del 3 por ciento, o sea que bajó un punto respecto del déficit anterior”, precisó.
“Él considera central el problema de la inflación y nosotros el de la desigualdad. Él dijo que su gobierno no emite y se endeuda, pero la expansión monetaria fue superior en los últimos dos años, teniendo en cuenta la moneda bancaria. La deuda también impacta sobre la inflación”, agregó Díaz Roig.
El diputado, especialista en sistema previsional, advirtió que la propuesta del gobierno en esa área está “muy fuera del tarro”.
“Cuando se hace una reforma previsional, la pregunta central es si sirve para beneficiar a los jubilados. Esto está hecho para ahorrar 100.000 millones de pesos. La jubilación es sustitutiva del salario, no de la inflación”, sostuvo.
“El sistema no es inequitativo ni insostenible. Después del traspaso de las AFJP, los fondos de la ANSeS crecieron más de 70.000 millones hasta 2015. Hoy hay 55.000 en el FGS. La actualización de haberes tiene la mejor fórmula de movilidad y la mejor cobertura, y permitió que los jubilados ganaran por encima de la inflación. Se bajaron de 1.000.000 a 240.000 los juicios. Crearon la imagen de que había una crisis de litigiosidad, para crear el blanqueo y la venta de acciones del FGS”, cuestionó Díaz Roig.