La paz perpetua una fábula moral

Su nombre “LA PAZ PERPETUA” parece una ironía y su desarrollo una fábula que tiene sus antecedentes en las fabulas con animales que se esforzaban por dejar un mensaje o una enseñanza. Esta puesta de Juan Mayorga subleva ciertos principios y metaforiza un simulacro que por desgracia conocemos demasiado.

Primero

Para entender de entrada la obra en función del espacio físico y no perder el contexto entre diálogos que no parecen serlo y un relato que comienza y al cual conviene darle importancia, está bien tener en claro que significa un panóptico en palabras del pelado francés, algo así como: “el poder busca actuar a través de la vigilancia, el control y la corrección del comportamiento de la ciudadanía. El panóptico impone conductas al conjunto de la población a partir de la idea de que estamos siendo vigilados”. La narración termina  comprendiéndose a los pocos minutos como una hiperbolización de este concepto.

Segundo

Me gustaría que Kant y Orwel hubiesen tenido la oportunidad de dialogar. La historia de la filosofía, quizá, se tendría que haber adelantado unos 50 años más a la materialización de la profecía Marxiana. De todas formas la aceptación de la misma no hubiese evitado nada. Ni evita nada de lo que sucede en el escenario. Esa sensación es lo que incomoda o provoca risas.

Tercero

La dramaturgia es ágil, tiene esa predisposición de las enfermeras, nada se escapa de lo que vamos intuyendo pero hay una intriga que acompaña el texto. Hay un chiste al que todos le tenemos paciencia en ser develado y nos sorprendo porque lo hace en un tiempo coherente a los principios del relato. Sabemos que poner el punto final no es poca cosa.

Cuarto

Para que la estructura narrativa pueda funcionar de forma óptima cada personaje tiene un lugar absolutamente claro y funcional. Esto se logra con una caracterización muy afilada de todos los actores. Y todo esto sucede sin estar cerca de la problemática del lugar común y la forma más evidente. Los discursos de cada uno de los actores maneja cierto nivel de particularidades que lo hacen una entidad posible dentro del plano ficcional que se plantea. Porque sucede una ficción a lo largo y ancho de esta puesta y es que hay hombres representando perros o algo así o ambos.

Quinto

¿Son parámetros morales aquello que defiende algo tan ambiguo e imposible como una Democracia? Más bien durante la obra se llega a los límites literarios que se podrían exponer para combatir un terrorismo del cual todavía no conocemos muy bien las razones. En efecto, se intuye tras el velo de la moral del conjunto,  que los límites morales están ubicados con los intereses de los que manejan la producción y sus medios.

Autoría: Juan Mayorga

Actúan: Francisco DonovanMariano MandettaGustavo PardiJulián PuchetaCarlos Sims

Actores reemplazo: Pedro Risi

Escenografía: Guillermo Heras

Iluminación: Guillermo Heras

Fotografía: Gustavo Revertido

Diseño gráfico: Lorena Bufidis

Asistencia de vestuario: Ariel Nesterczuk
Prensa: Simkin & Franco

Producción ejecutiva: Natacha Delgado

Puesta en escena: Guillermo Heras

Dirección Adjunta: Natacha Delgado

Dirección: Guillermo Heras

 

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