La ministra de Educación porteña Soledad Acuña dijo hoy que la intención oficial es “incorporar todas las sugerencias” al proyecto de reforma educativa y que esta se implementará a partir de 2018 en 20 colegios.
“La escuela tiene que reformarse”, dijo Acuña en una conferencia de prensa, después de una reunión mantenida con los estudiantes de los colegios secundarios, nucleados en la Coordinadora de Estudiantes de Base. Mientras 29 establecimientos educativos permanecen tomados por sus alumnos, la ministra le pidió a los estudiantes secundarios: “Dejen que sus compañeros y estudiantes puedan ir a la escuela”.
Consultado por la posibilidad de que los estudiantes hagan pasantías, uno de los puntos más polémicos del proyecto de la reforma educativa, Acuña aseguró que estas serán “prácticas educativas”. “No van a ir a las empresas para hacer un producto”, aseguró Acuña, y agregó que en las prácticas “van a poder volcar todos los conocimientos que fueron adquiriendo”, ya que estarán vinculadas a la orientación de cada establecimiento.
La funcionaria porteña además sostuvo su idea de que las tomas “tienen mucho que ver con la política” e insistió que “es necesario reformar la escuela secundaria”. “La escuela secundaria de hace 200 años hoy no les da respuesta a los chicos del siglo 21”, justificó.
Santiago Legato, presidente del centro de estudiantes del Colegio Nicolás Avellaneda relató a Diario Vivo que la reunión con Acuña fue un “armado político” y que el encuentro se dio por “la presión institucional”. En este marco, el dirigente estudiantil contó que solo se pudo avanzar en otros puntos del reclamo, que tienen que ver con la conformación de mesas de trabajo sobre educación sexual y violencia de género.
La ministra de Educación porteña convocó a nuevas reuniones a partir del lunes, pero separadas según las ubicaciones de cada colegio. En este sentido, Legato adelantó que los estudiantes se opondrán y que insistirán en el pedido de una prórroga del proyecto de reforma educativa. El referente estudiantil además dijo que “no quieren acrecentar” las medidas de fuerza, ante la consulta si pensaban hacer una toma del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.