El Gobierno nacional envió al Congreso su proyecto de reforma tributaria, cuyo borrador introduce la devolución del IVA a empresas que realicen inversiones, la introducción del gravamen a la renta financiera ya las bebidas azucaradas, la rebaja de la alícuota a los cigarrillos y el recorte de ingresos brutos, entre otros puntos.
“Es una de las reformas tributarias más ambiciosas que tuvimos en la Argentina. La reforma no sólo tiene que tener un costado o interés recaudatorio, como este caso de bajar impuestos distorsivos, sino intentar corregir distorsiones o realidades negativas que producen el consumo de algunos productos”, afirmó el ministro del Interior en declaraciones a radio 10.
El Gobierno aseguró que su implementación será gradual, durante un período de cinco años.
Una de las principales polémicas que surgieron tuvo que ver con el gravamen a las bebidas que, en un primer momento, comprendía tanto a las azucaradas como al vino, el whisky y los espumantes. Tras la queja de los productores y de las provincias vitivinícolas, finalmente el Gobierno nacional dio marcha atrás con las recargas sobre el vino. Las gaseosas, pese a las protestas, serán alcanzadas por un impuesto interno de 17 por ciento. El whisky y otros destilados tendrá un incremento de 20 a 29 por ciento.
La renta financiera también está comprendida dentro de la reforma tributaria oficial. El proyecto propone un impuesto a “depósito de acciones y demás valores, cuotas y participaciones sociales (…) monedas digitales, títulos, bonos y demás valores, así como por la enajenación de inmuebles o transferencias de derechos sobre inmuebles”. En este caso, la alícuota será de 15 por ciento (en caso de que títulos en dólares) y cinco por ciento para títulos en pesos.
Los cambios que propone el Gobierno también incluye un “Impuesto Adicional de Emergencia sobre el Precio Final de Venta de cada Paquete de Cigarrillos”. En este sentido, la iniciativa señala: “Sustitúyese en el primer párrafo del artículo 1o de la ley 24.625 y sus modificaciones, la alícuota del veintiuno por ciento (21%) por la alícuota del siete por ciento (7%)”.
Además, un punto importante es la introducción de un Mínimo no Imponible para contribuciones patronales. Los primeros 12 mil pesos que el empleador pague estarán exentos del pago de impuestos, según el proyecto.
El impuesto a la transferencia de inmuebles, por su parte, introduce un gravamen de 15 por ciento a la ganancia por una venta.
También se buscará un acuerdo con las provincias para reducir los impuestos de ingresos brutos, sellos y eliminar aduanas interiores. Entre el conjunto de modificaciones pensadas para fomentar la inversión y el empleo se destacan la reducción en el impuesto a las ganancias corporativas no distribuidas (del 35 por ciento al 25 por ciento al 2021) y el incremento del pago a cuenta de ganancias generado por el impuesto sobre los créditos y débitos bancarios.
El Gobierno argumentó que los objetivos generales de la reforma buscarán promover la inversión, la competitividad y el empleo de calidad, avanzar hacia un sistema tributario más equitativo, eficiente y moderno, reducir drásticamente la evasión impositiva y cumplir con las metas fiscales.
(Con información de Télam)