Autoridades de China endurecieron hoy restricciones de viaje en la capital de una remota región norteña afectada por un rebrote de coronavirus, luego de que el país encadenara su tercer día con más de 100 nuevos casos de la enfermedad, cifras que no registraba desde tres meses.
La región de Xinjiang, en el noroeste de China, aportó 112 de los 127 nuevos casos detectados en las últimas 24 horas, mientras que el otro rebrote activo, el de la provincia nororiental de Liaoning, sumó 11 más, todos ellos por contagio local, informó la Comisión de Sanidad del país.
En Urumqi, la capital de Xinjiang, las autoridades decretaron hoy que todas aquellas personas procedentes de otras regiones con alto riesgo de infecciones deberán hacer una cuarentena de 14 días.
Aquellos que arriben desde áreas de menor riesgo deberán mostrar un certificado de buena salud, informó la agencia de noticias china Xinhua. En tanto los residentes de Urumqi deben, “en principio”, permanecer en la ciudad o mostrar un certificado de buena salud para poder viajar.
Los contagios detectados a viajeros procedentes del extranjero, conocidos como casos “importados”, ascendieron a cuatro en toda China, dijo la Comisión de Sanidad.
La tendencia de nuevos contagios continúa en ascenso en China, con 105 casos detectados este miércoles, 101 el martes y 68 el lunes, tras los 61 del domingo, los 46 del sábado y los 34 del viernes pasado.
Aunque China logró contener mayormente el coronavirus en el resto de se territorio, el rebrote de Xinjiang, centrado en Urumqi, sigue arrojando casos día tras día desde su descubrimiento, hace casi tres semanas.
A raíz de esa situación, las autoridades dispusieron ya el aislamiento de diversos complejos habitacionales de la ciudad, como así también restricciones en el transporte público y testeos masivos.
La Comisión no anunció hoy nuevos fallecimientos por el coronavirus, por lo que la cifra se mantuvo en 4.634 sobre los 84.292 infectados diagnosticados oficialmente en China desde el inicio de la pandemia en su ciudad central de Wuhan, a fines del año pasado.
(Télam)