Un experimentador y un creador de mundos nuevos pero, fundamentalmente, un rupturista en su época. Todo eso fue el dibujante e historietista Alberto Breccia. A cien años de su nacimiento, la Casa del Bicentenario exhibe por primera vez en el país 70 trabajos originales, revistas, libros, fotografías y videos sobre su obra y vida.
Sin un orden cronológico, la exposición “Breccia 100. El dibujo mutante” está organizada con trabajos de coleccionistas privados y de los herederos de Breccia, con curaduría de Laura Caraballo junto al francés Thomas Dassance.
Autodidacta y amante del dibujo, Breccia dedicó largas horas de su adolescencia a copiar historietas para dominar el grafismo y lograr una técnica -cambiante a lo largo del tiempo- que le permitió no solo cumplir su sueño de dibujante, sino también abandonar las tareas en los sórdidos mataderos porteños, de principios del siglo XX, para empezar a publicar a partir de los 20 años.
La muestra rescata “Barrio chino”, un dibujo en color totalmente inédito realizado para una exposición de 1953, en el que se observa “un trabajo minucioso y muy fino con pintura”, arte que practicó en talleres y observó en sus visitas constantes al Museo Nacional de Bellas Artes, señaló Caraballo.
Un lugar especial ocupan los trabajos realizados por Breccia con Héctor Oesterheld, uno de los grandes guionistas argentinos, con quien empieza a abrir la vía de la experimentación y creatividad, y trabaja más con el blanco y negro, y las texturas.
“La muestra empieza por los inicios de Alberto, su encuentro con (Héctor) Oesterheld hasta llegar al punto de inflexión en su carrera en la que decide romper con todo lo que parecía “lo correcto” para la historieta y el dibujo de historieta en aquel entonces. A partir de ahí, el visitante ingresa en distintas secciones que ya no dan cuenta de una transformación gradual o por “acumulación”, sino de los ejes que fue desarrollando a lo largo de su carrera, con idas y vueltas y que atraviesan varias obras que hizo a partir de los 80, expresó Dassance.
Una de las historietas realizadas junto a Oesterheld es “Mort Cinder”, considerada una obra maestra mundial, editada recientemente en Brasil y los Estados Unidos, y “Sherlok time”, la historia de un detective en la que empieza a experimentar cómo es dibujar con una hoja de afeitar -que le permite hacer líneas finas y gruesas en un mismo trazo- y tinta china.
Si bien “El Eternauta” se publicó por primera vez en 1957 en la revista Hora cero, dibujada por Solano López, en 1969 Oesterheld decidió hacer otra versión con Breccia.
La historieta apareció en la revista Gente, que se exhibe en la muestra: “Es un hecho bastante curioso que una historieta tan experimental aparezca en una revista como Gente, y de hecho al poco tiempo le empiezan a decir que tiene que cambiarla con la excusa de que en las cartas los lectores dicen que es difícil de leer”, contó Caraballo a la agencia Télam.
Las revistas europeas en las que publicó sus trabajos por episodios también forman parte de la exposición. Un lugar especial ocupa la adaptación de obras literarias que Breccia inició con los “Mitos de Cthulhu” de Lovecraft, que él mismo guionó. Son obras de un clima oscuro y tenebroso que Breccia realizó con agua, nafta y tinta china (la innovación en técnicas y materiales son una constante en su carrera) y que luego imprimió, buscando llegar a nuevas texturas..
La muestra también exhibe varias planchas de la adaptación del “Informe sobre ciegos” de “Sobre héroes y tumbas”, de Ernesto Sábato, y las historietas “Un tal Daneri” y “Viajero de gris” que hizo con Carlos Trillo, donde aparece el trabajo de collage en dibujos con color blanco, a diferencia de lo que se hacía usualmente.
Con esa misma técnica de collage trabajó en la historieta “Perramus”, una saga política sobre la dictadura militar que apareció en la revista Fierro, luego compilada por De la Flor en varios tomos, al igual que los cuentos realizados en color de Poe, que adaptó junto a Saccomano y Sasturain. La repetición de imágenes de manera obsesiva fue otro de los recursos usados por Breccia para transmitir el dramatismo de las ficciones, como en “La gallina degollada”, de Horacio Quiroga.
La exhibición incluye además una instalación en la que- a través de un video- se proyectan viñetas de “El corazón delator” de Poe, donde el sonido de un latido logra el suspenso de ese cuento, uno de los más populares del autor estadounidense.
“Breccia 100. El dibujo mutante” podrá visitarse hasta el 23 de junio en Riobamba 985, CABA.
(Con información de Télam)