La obra “Diva” mide 33 metros de largo y representa una vulva bien roja: así es la nueva obra de la artista brasileña Juliana Notari (1975) que, instalada recientemente en el estado de Pernambuco (Brasil), desató fuertes críticas entre los sectores conservadores, como los partidarios del presidente Jair Bolsonaro, pero también apoyos, por lo explícito de la obra, de parte de artistas y distintas organizaciones.
Medios de todo el mundo y las redes sociales se hicieron eco de la gran escultura que representa una vulva femenina, donde el rojo contrasta con la vegetación, en una colina de un antiguo ingenio azucarero del nordeste de Brasil.
La gran escultura, realizada a mano por más de 20 trabajadores dirigidos por el ingeniero Roberto Gatis, es una excavación en la tierra en forma de vulva/herida -dice la artista oriunda de Pernanbuco- que mide 33 metros de largo, 16 de ancho y 6 de profundidad, recubierta por hormigón armado y resina. La obra está emplazada en lo que fuera la Usina Santa Terezinha de azúcar, que fue transformada en parque artístico botánico.
“En Diva utilizo el arte para dialogar con cuestiones que remiten la problematización de género desde una perspectiva femenina aliada a una cosmovisión que cuestiona la relación entre la naturaleza y la cultura en nuestra sociedad occidental falocéntrica y antropocéntrica, cuestiones se han vuelto cada vez más urgentes”, dijo Notari.
El medio Monopol de Alemania indicó que la obra es una “declaración decididamente política que se opone a la postura de Bolsonaro y sus partidarios”; mientras que el especializado The Art News Paper señaló que “la presidencia de Bolsonaro también ha visto la censura cultural de varios grupos minoritarios, incluyendo a los afro-brasileños y a la comunidad LGBTQ+”, por lo cual expresó que no es llamativo que la obra haya recibido tantas críticas y haya sido denunciada como “propaganda izquierdista”, “obscena” y “reprobable”.
Olavo Carvalho, asesor directo de Bolsonaro, escribió en su cuenta de Twitter que la escultura debería ser “tratada” por un pene de 33 metros de largo”, como respuesta a lo que considera como “una afrenta”.
El director de cine Kleber Mendonça Filho felicitó a la artista por “conseguir que hombres creen una vagina de 30 metros en Pernambuco, durante la presidencia de Bolsonaro. La reacción a la obra de arte refleja su éxito”.
La obra de Notari es la primera que se termina del proyecto de residencias artísticas de la Usina del Arte junto con el Museu de Arte Moderna Aloísio Magalhães, Recife (Mamam), fue iniciada en enero de 2019 y demandó 11 meses de trabajo atravesado por el aislamiento social.
En su página de Facebook, la Usina de Arte afirma que “la obra desarrollada en la residencia trajo amplios debates sobre las cuestiones femeninas, objeto de larga y profunda investigación de la artista”. “Diva es un trabajo que amplía la reflexión a otras interpretaciones de los más variados públicos -afirman-, partiendo de la obviedad de una interpretación única de sentido”.