Roberto Ippolito, un escritor italiano, reflota un viejo interrogante en su nuevo libro. Se trata de la tesis de que Pablo Neruda, el gran hombre de letras chileno, fue asesinado y no a causa del cáncer, como dice la versión oficial.
El Premio Nobel de Literatura, según fuentes oficiales, falleció en la clíncia Santa María de Santiago de Chile, el 23 de septiembre 1973, doce días después del golpe militar de Pinochet. Sin embargo, en su nuevo libro -titulado “Delitto Neruda”, el escritor cuestiona la versión oficial de la muerte del escritor, reconstruyendo, a través de entrevistas y documentos los últimos días de vida del Nobel chileno.
La hipótesis, sin embargo, no es nueva y mucho se ha escrito sobre ello. Si bien Neruda hacía rato que estaba enfermo de cáncer de próstata su expediente médico se perdió de la clínica. Este fue el primer aspecto que sembró un hálito de dudas sobre su muerte
En el año 2011 Manuel Araya, asistente personal y chofer del escritor, aseguró a la revista mexicana Proceso que Pablo Neruda le hizo desde la clínica una llamada desesperada a la noche para contarle que había sido envenenado con una inyección realizada mientras dormía.
Según la denuncia de Araya, Neruda murió por la aplicación de una inyección letal en el estómago; inyección que habría provocado su desmejoramiento mientras se encontraba internado en el hospital.
Con la llegada al poder de la dictadura, el poeta esta listo para partir rumbo al exilio a México. Según Araya, Neruda no se encontraba grave y su traslado a la clínica Santa María desde la Isla Negra, el 19 septiembre de 1973, tuvo el propósito de escapar del asedio de los militares y esperar, en un lugar que creía seguro en Santiago de Chile, la salida del avión enviado por el gobierno del presidente mexicano Luis Echeverría para trasladarlo a México.
Ippolito reconstruye en “Delitto Neruda”, a través de numerosos documentos y entrevistas a personas cercanas al poeta, los últimos días del Nobel de literatura, fallecido apenas doce días después del golpe militar de Pinochet en Chile, el 23 de septiembre de 1973, oficialmente por complicaciones de su cáncer de próstata.
“Yo empecé trabajando sobre la duda, sin ninguna tesis preconcebida“, aseguró el escritor a la agencia de noticias EFE. “Pero hay tantas falsedades y tantos elementos que es inevitable decir que la muerte no fue natural“, explicó
El poeta más famoso del otro lado de la cordillera, estrecho amigo del presidente Salvador Allende, comprometido con la izquierda chilena, tenía planeado viajar a México el día posterior a su muerte, “donde hubiera podido liderar un gobierno en el exilio“, asevera Ippolito.
Las sospechas sobre su muerte motivaron una investigación judicial, a instancias del sobrino de Neruda, Rodolfo Reyes, y del Partido Comunista de Chile, que culminó con el descubrimiento de una sustancia en una muela del poeta, el bacilo “clostridium botulinum”.
“Que la toxina se haya encontrado en una muela, un punto del cuerpo tan protegido, debería excluir cualquier contaminación externa”, por ejemplo que la toxina penetrara de la tierra alrededor de su féretro, señaló Ippolito.
Los análisis médicos después de su exhumación en 2013 descartaron como causa de la muerte de Neruda la “caquexia” (desnutrición a raíz del cáncer), lo que suponía que el certificado de defunción redactado por el personal de la clínica Santa María, donde falleció, era falso.
Quienes deseen conocer de primera mano el contenido de esta obra, todavía deberán esperar un poco más puesto que aún se desconoce en que fecha se lanzará en el país.
FICHA TÉCNICA:
Título original: “Delitto Neruda”
Autor: Roberto Ippolito
Editorial: Chiarelettere
