“Entre dos citas”, la más reciente muestra del artista, poeta y cineasta Leandro Katz (Buenos Aires, 1938), que acaba de abrir sus puertas en la galería Henrique Faria, reúne aproximadamente 40 obras de diferentes períodos y soportes entre las que destaca “Dos citas”, que inspira el título de la exposición y entreteje textos de Hegely Guy Debord.
Decía Hegel en el siglo XIX: “Cuando la filosofía pinta con tonos grises, un aspecto de la vida ha envejecido y ya no se puede rejuvenecer, solamente se puede reconocer: el búho de Minerva alza su vuelo a la caída de la noche”.
Y en el siglo XX escribió Debord: “Cuando el arte se independiza pintando al mundo con colores brillantes, un momento de la vida ha envejecido y ya no se puede rejuvenecer con colores resplandecientes, solamente se puede evocar en la memoria. La grandeza del arte se torna aparente a la caída de la vida”.
En el inicio del recorrido, a modo de bienvenida, el espectador se encontrará con la lúdica pieza en torno a la que gira la exhibición (fechada entre 2015 y 2018), que entreteje el texto de estos dos filósofos que marcaron el inicio y fin de la modernidad.
Las palabras de aquellas citas filosóficas -recortadas en vinilo- fueron esparcidas, desordenadas, por la inmensa pared de la sala, y unidas entre sí con un hilo -rojo para uno de los pensadores y negro para el otro-, hilos que se sostienen por agujas, trazando un itinerario que el visitante deberá reconstruir con su mirada.
“Estaba leyendo la ‘Crítica de la filosofía del derecho’ de Hegel y luego leí ‘La sociedad del espectáculo’ de Debord y fue un hallazgo descubrir que Debord estaba citando a Hegel. Los teóricos del grupo Situacionista Internacional recuperaban citas famosas y revertían su significado utilizando un método llamado détournement -una forma de apropiación del significado de posturas filosóficas-. Aquí utilizo una reflexión de Hegel luego de identificar la amarga apropiación de Debord declarando que la grandeza del arte solamente puede apreciar a la caída de la vida”, cuenta Katz en una entrevista con Télam, en alusión al disparador de esta obra.
Y prosigue: “Entonces quise crear una especie de transparencia entre el contenido y la forma. Es una obra en la que hay que descifrar el contenido. Podemos disfrutar de su forma, con una mirada breve, pero si queremos encontrarle el verdadero sentido tenemos que seguir los hilos. Es una propuesta a profundizar en lo que vemos, algo tan importante en este momento que estamos bombardeados de imágenes, que absorbemos sin realmente
pensar en su verdadero sentido. Creo que es una propuesta para mirar de otra manera”, resumió el artista.
Este artista, cuya obra se encuentra en algunas de las colecciones más importantes del mundo -como el MOMA de Nueva York, el Reina Sofía de Madrid o el Getty Museum de California- ya utilizó en oportunidades anteriores esta idea de las palabras dispersas pero reunidas a través de hilos de colores, como fue en “El Golem arrinconado”, con textos de Jorge Luis Borges (y exhibido en la muestra “Poéticas Oblicuas”).
La muestra incluye también obras emblemáticas como la serie del “Alfabeto lunar”, fotografías que capturan las fases lunares y que el artista equipara con letras del abecedario, lo que le permite componer poemas y textos. Uno de ellos, por ejemplo, “En memoria de mis sentimientos”, cita el título de un poema del estadounidense Frank O’Hara.
“Me enamoré de esa idea -dijo Katz- de pensar cuál es la memoria de nuestros sentimientos. Sentimos tanto todos los días, toda la vida, y es difícil recordar eso”, señaló.
“A fines de los 70 yo vivía en Yucatán y empecé a mirar la luna desde la perspectiva de los astrónomos mayas, que crearon una cosmología del universo. Entonces se me ocurrió hacer un alfabeto con la luna. Me pasé muchos meses fotografiando los cambios de la luna de modo de poder producir 27 transiciones, que incluya todas las letras del alfabeto”, relató.
Las obras del Alfabeto lunar presentes en la muestra cubren un período que va desde 1980 a 2016, y entre ellas se puede destacar “Un cielo en llamas”, “On the separation of time and space”, “Oración” y “The shape of things to come”.
Finalmente, otro puntos fuertes de la muestra son “Libro Quemado”, una pieza de 1992 que reúne 13 páginas individuales y collages tipografiados, donde el artista evoca la poesía precolombina, el estilo de los códices quemados durante la conquista por Fray Diego de Landa en Yucatán.
“La idea de esta pieza fue referirme al estilo del Popol Vuh”, explicó Katz sobre aquella recopilación de narraciones míticas, legendarias e históricas del pueblo maya guatemalteco, distinguida no solo por su contenido histórico y mitológico, sino por sus cualidades literarias.
“Creo que es una de mis obras más fuertes y personales”, analizó el artista. “Esta exposición reúne un grupo de obras que abordan el acto simultáneo e inevitable de mirar y leer. Incorporan textos de distintos períodos, la mayoría escritos por mí, y otros de autores diversos identificados”, declaró Katz.
“Siempre me interesó ver la idea del contenido y la forma, esa paradoja, por así llamarlo, entre mirar y leer, que se se hace muy presente en todo mi trabajo. Esa compulsión que tenemos de leer al mirar algo, si hay un cartel cualquiera sea, lo primero que hacemos es leerlo, es inevitable”, señaló el creador.
“Entre dos citas” se podrá visitar hasta el 9 de mayo, de lunes a viernes de 11.30 a 19, con entrada gratuita, en la galería Henrique Faria Buenos Aires (Libertad 1630, CABA), un nuevo espacio al que acaba de mudarse y que triplica la superficie anterior.
(Télam)