El director ejecutivo de Macoser -fabricante de las Singer- Roberto Macchieraldo, explicó que “somos la única de las catorce empresas que había en el país de máquinas de coser, pero decidimos dejar de hacerla por una cuestión estratégica, pero no por habernos fundido. Nos reconvertimos y no esperamos que el agua nos llegue al cuello“.
En declaraciones a radio Dos de Rosario, Macchieraldo comentó que “durante 34 años fuimos licenciatarios de Singer en la Argentina. Compartíamos el mercado con máquinas nacionales e importadas. Y hace 20 años empezamos a buscar otro producto, porque la máquina de coser tiene un techo. Comenzamos entonces a fabricar cocinas, que tiene un mercado mucho mayor”.
El directivo explicó además que en el mundo, la marca Singer tiene más de cien años y creció gracias a una particularidad en su forma de vender: se podía abonar en cuotas semanales.
En ese sentido, resaltó que “la máquina de coser sigue teniendo mercado en la Argentina, porque genera una fuente de ingresos en las familias, por los trabajos de costuras. Pero es un mercado que no crece, porque una máquina de coser no se cambia nunca, como sucede con heladeras, lavarropas, cocinas“.
(Con información de Na)