Hay una noción bastante errada entre los lectores y es que las mujeres no escriben fantasía épica. Si el género está dominado por grandes hombres de letras; cada vez hay más mujeres que se animan a escribir fantasía para adultos.
Liliana Bodoc, quien falleció hace casi exactamente un año, es una de aquellas mujeres que supieron desenvolverse de manera magistral en un terreno que parecía dominado exclusivamente por hombres.
Desde la argentina Liliana Bodoc a Ursula K. Le Guin, las mujeres que escriben fantasía para adultos tienen que pelear por ganarse un lugar en un género donde los grandes nombres pertenecen a escritores varones.
Hay algunas escritoras que vienen pisando fuerte en el género en los últimos años como es el caso de las estadounidenses N.K. Jemisin o Robin Hobb.
N.K. Jemisin, por ejemplo, logró lo impensado. Los tres libros que conforman la trilogía de “La Tierra fragmentada” se coronaron ganadores del Premio Hugo, uno de los galardones más prestigiosos del género, tres años consecutivos. “La quinta estación” lo obtuvo en 2016, “El portal de los obeliscos” en 2017 y “El cielo de piedra” en el año 2018.
Jemisin brilla por lo original de sus construcciones, tanto en cuanto a personajes como el propio mundo. En esta trilogía Jemisin combina elementos de la fantasía más tradicional con el género postapocalíptico, ¿el resultado?. Una historia alucinante, atrapante. Una fórmula ganadora
Pero si hablamos de nuevos exponentes en el género de fantasía adulta, Robin Hobb se erige como la reina indiscutible del género.
Su épica saga “El reino de los Vetulus” consta de dieciséis tomos y es una de las obras más ambiciosas que el género presenta.
Inspirada en un ambiente de fantasía europeo-medieval tradicional, la inmensa saga de la autora estadounidense se encuentra dividida en cinco trilogías y una tetralogía. En ellas hay dragones, piratas, barcos que cobran vida y unas extrañas criaturas ancestrales.
Además de las típicas intrigas de la corte, esta saga incluye un sistema de magia bastante único. Por un lado tenemos a la habilidad, que es una clase especial de magia mental que proviene del linaje real. Por el otro, a la maña, que es la contraparte animal de la habilidad.
Si la habilidad permite a dos personas que se encuentran en puntos geográficos muy dispersos comunicarse; la maña permite estrechar lazos y hasta comunicarse con los animales.
Pero si hay algo que Robin Hobb sabe hacer muy bien es construir personajes. Quienes se adentren a la obra de Hobb esperando encontrar batallas de proporciones épicas y mucha sangre se verán completamente decepcionados. Los libros de esta autora se caracterizan por ser lo que se denomina “character-driven”. Es decir, son los personajes, sus conflictos y motivaciones los que mueven el argumento hacia adelante.
Hay más mujeres que escriben fantasía para adultos como Juliet Marillier, Naomi Novik o Susanna Clarke. Todas estas mujeres derrumban el mito de que los “herederos de Tolkien” son sólo hombres.