Se inauguró en el Museo de Arte de Mar del Plata una gran y creativa muestra de artista argentino León Ferrari, que reúne esculturas y dibujos que hayan estado creados bajo la influencia sonora experimental y musical. Esta propuesta del Museo de Arte Contemporáneo de la Provincia de Buenos Aires (MAR) invita a reflexionar sobre las relaciones entre el arte contemporáneo, la experimentación sonora y la caligrafía musical.
La vigencia que aún mantiene León Ferrari, no solo por las polémicas en sus controversiales muestras, sino por la frescura y permanente renovación conceptual que ha sabido tener picos y auges experimentales, pero también momentos más reflexivos y en serie, se traduce en la selección de obras que ha tenido en cuenta el MAR a la hora de reunirlas en esta muestra, que tiene como eje el arte y la experimentación sonora.
Esculturas sonoras realizadas con largos fierros pulidos en distintos grosores son algunas de las figuras, entre dibujos alusivos al tema y que pueden verse en la muestra, donde una ronda lúdica de once músicos de espuma de poliuretano reciben a los espectadores. Cada uno con su instrumento, se colocan ingrávidos en su silla formando una peculiar orquesta de cámara. Pertenecen a la serie “Los Músicos”, del año 2008.
Cerca de ellos cuelga un cuadrilátero de casi doscientas varillas de tres metros de largo, que tintinean ni bien pasamos las manos. En el acceso a la sala, esculturas de oyentes dialogan con otras tres obras sonoras, construidas con barras de acero, caños y alambres. Entre ellos, se cuenta una edición del célebre “Berimbau”, instrumento que Ferrari creó en 1979, en pleno exilio paulista, al tiempo que ideaba una novedosa modalidad de “arte postal”. Estas esculturas conjugan lo visual, lo sonoro y lo táctil, y están concebidas para una virtual interacción con el visitante.
El concepto de “escultura sonora” surge de la creación de objetos estéticos que contienen también cualidades escultóricas, con la capacidad de producir sonidos, ya sea por intervención del hombre, de elementos naturales como la lluvia, el viento o las mareas, o también por medios mecánicos.
Un fuerte influencia, relativa a la experimentación sonora con diversos objetos, puede encontrarse en las corrientes artísticas de principios del siglo XX, sobretodo dentro del Futurismo, que crear diversos objetos que permitían jugar con los sonidos, desde su producción hasta en la interacción con otros elementos.
Otras corrientes también recogieron esas creaciones e inquietudes, y tuvieron una continuación en la obra desconcertante de Jean Tinguely. El compositor Toshi Ichiyanagi –primer esposo de Yoko Ono, y una de las figuras fundamentales del grupo Fluxus– colaboró con el artista francés y documentó las sonoridades de sus máquinas absurdas.
La actual muestra de Ferrari en Mar del Plata se completa con la contribución de sus dibujos. Son obras en lápiz, tinta china y pastel, pero que pueden recurrir también al grafito, el marcador o la brillantina. Pertenecen a diversos períodos y, en su mayoría, evocan partituras de una música propia e individual, una música que sonaba para él, de alguna manera. Ya en la década del 60, Ferrari había comenzado la serie de escrituras abstractas, realizada con pluma y tinta negra: enmarañados grafismos hechos de palabras, frases o textos.
Aunque se trata de artistas muy distintos, cabe relacionar estos grafismos con esas escrituras ilegibles que Mirtha Dermisache desarrolló con cierto tesón maníaco y que, en ocasiones, también se sitúan al borde de una música imaginaria.
En la muestra de su obra que pudo verse hasta hace poco en el MALBA, se exhibían documentos de la relación de Dermisache con el Laboratorio de Música Electrónica del Centro de Altos Estudios Musicales del Instituto Di Tella (CLAEM), en donde ella y otros compositores, como Fernando von Reichenbach, trabajaron para crear un “convertidor gráfico” que le permitía traducir sonoramente las silenciosas escrituras de Dermisache.
Ena el caso de Ferrari, además de la conexión con lo sonoro desde lo musical, también se reconocen las influencias y articulaciones con la experiencia de la danza. En Buenos Aires, sus esculturas sonoras volvieron a escucharse en abril de 2004, en el Centro de Experimentación del Teatro Colón en el espectáculo titulado “Enclaves”, en el que Ferrari participó como intérprete-escultor tocando sus Berimbau, los músicos Martín Devoto y Martín Moore, y la bailarina Gabriela Prado.
* El Museo de Arte Contemporáneo de la Provincia de Buenos Aires (MAR) se ubica en Félix U. Camet y López de Gomara (Mar del Plata) y está abierto los lunes, martes, jueves y viernes de 9 a 17, y los sábados, domingos y feriados de 12 a 20. La entrada es libre y gratuita.
** La muestra Músicas. Retrospectiva de la obra musical de León Ferrari, con diseño de exhibición de Javier Del Olmo, puede visitarse hasta el 26 de noviembre. La producción estuvo a cargo del Ministerio de Gestión Cultural bonaerense y la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo (FALFAA).
***En el mismo museo, pueden visitarse la exposición fotográfica Otra situación de tiempo, curada por Ariel Authier, y la dedicada al IX Premio Nacional de Pintura Banco Central 2016, con curaduría de Eva Grinstein (ambas hasta el 29 de octubre).