Volver sobre las medidas positivas que había impulsado el gobierno de Barack Obama parece ser una de las características de la administración de Donald Trump. La más difundida tiene que ver con la eliminación del Obamacare, el plan de salud diseñado por su antecesor en la Casa Rosada. Pero ahora, el magnate sumó otra marcha atrás: prohibir el ingreso de personas trans a las fuerzas armadas estadounidenses. Un nuevo borrón y cuenta nueva.
En Twitter, su medio favorito para expresarse, Trump escribió: “Nuestro ejército debe estar centrado en una victoria decisiva y abrumadora y no se le puede cargar con los costes médicos y la perturbación que implicaría los transexuales en el ejército”.
El mandatario estadounidense aseguró que tomó la decisión después de hacer una consulta a los altos mandos militares, a quienes señaló como “mis generales y expertos”.
La medida va en contra de la apertura ocurrida durante los años de Obama, cuando se aceptaba a personas trans en las filas militares y se les facilitaba sus tratamientos. Su inclusión terminaba, además, con el concepto de “desviados” que había en el ámbito militar sobre este colectivo.
La decisión de Trump también genera incertidumbre en las 13 mil personas que, según calcula la Asociación de Médicos de Estados Unidos, ya forman parte de la fuerzas armadas.
El anuncio, sin embargo, puede que no haya generado demasiadas sorpresas: el 1 de julio de este año, el secretario de Defensa, James Mattis, ya había anticipado que el legado de Obama sería congelado bajo la excusa de alcanzar un “estándar crítico” y realizar más consultas sobre el tema.
A comienzos de año, el gobierno de Trump ya había dado otra muestra del trato que tendrá con las personas trans, al suspender la medida que permitía la utilización de baños en los colegios según la identidad de género.
“La prohibición de reclutar personas transgénero tendrá el efecto de que mientan en su intento de ingresar en las fuerzas armadas.
El Palm Center, una institución que asesora al Pentágono, rechazó la medida oficial y afirmó, a través de un comunicado, que “hay evidencias de que la actuación de personas trans en el servicio militar ha sido un éxito” y que ahora “la prohibición de reclutar personas transgénero tendrá el efecto de que mientan en su intento de ingresar en las fuerzas armadas”.