Este 20 de julio Barbie y Oppenheimer inician oficialmente su duelo en Argentina. La coincidencia de los estrenos de Greta Gerwig y Christopher Nolan nos ha dado multitud de memes y comparativas hilarantes, dibujando una enemistad más o menos ficticia donde, en cualquier caso, Barbie acaba de lanzar un golpe de efecto: el embargo de críticas del film basado en la muñeca de Mattel se ha levantado antes que el del biopic de J. Robert Oppenheimer.
Y las críticas son bastante buenas. Los medios estadounidenses inciden en lo divertida que es, en lo elaborado del diseño de producción y, muy especialmente, en la interpretación de Ryan Gosling como Ken. También hay quien cuestiona el carácter de anuncio de Mattel que el film no deja de acusar por mucho que lo dirija Gerwig, y el modo problemático en que intenta conciliar esta faceta con inquietudes feministas.
Aquí dejamos fragmentos de las primeras críticas:
Nicholas Barber (BBC): “Hemos llegado a un punto donde un anuncio de juguetes de dos horas es más satisfactorio que la mayoría de entretenimientos para la gran pantalla de este año (…) una sátira desenfrenada sobre el sexismo y la opresión patriarcal”.
Peter Debruge (Variety): “Es una experiencia intelectual, no emocional (…) A la vez que muestra con sentido del humor los tropiezos de la marca nos da permiso para cuestionar lo que Barbie representa: algo que no cabría esperar de un anuncio de juguetes de larga duración”.
Marshall Shaffer (The Playlist): “Se puede examinar como un seminario de estudios de género, pero la película nunca pierde de vista la diversión efervescente (…) Un lienzo glorioso y gigantesco de imágenes que explican lo que significa una visión amplia e inclusiva de la feminidad”.
Kate Erbland (IndieWire): “Una superproducción hecha con cariño y muchas cosas en la cabeza, el tipo de película que se beneficiará de varios visionados debido a la cantidad de chistes que hay (…) Es el mundo de Barbie, nosotros solo vivimos en él”.
Lovia Gyarkye (The Hollywood Reporter): “Gerwig logra grabar su firma y extraer temas más profundos de un marco rígido, pero los sacrificios son evidentes (…) La película sirve en última instancia a una marca.”
Johnny Oleksinski (New York Post): “El envoltorio de Barbie es mucho más divertido que el tedioso juguete dentro de la caja”