La presencia de Netflix en los próximos Oscar quedó rodeada de rumores

En medio de distintas versiones, el Departamento de Justicia de Estados Unidos se expresó en relación a la posibilidad de que las producciones de la plataforma sean excluidas de la competencia por los galardones de la Academia.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos comunicó a la Academia de Cine de Hollywood su preocupación ante los rumores que señalan que podrían plantearse cambios en los reglamentos de elección en los premios Oscar, que excluirían a las producciones para plataformas como Netflix.

Así lo hizo saber en una carta dirigida a la Academia el jefe de la División Antimonopolio de esa institución, Makan Delrahim, reproducida por medios especializados hollywoodenses. “En el supuesto de que la Academia -una asociación que incluye a múltiples competidores entre sus miembros- establezca requisitos de elegibilidad para los Oscar que eliminen la competencia sin justificación, dicha conducta suscitaría preocupaciones antimonopolio”, dice la misiva firmada por Delrahim.

La carta se conoció hoy pero fue fechada el 21 de marzo, cuando el cineasta Steven Spielberg, quien representa a la rama de directores en la junta de gobernadores de la Academia de Hollywood, declaró públicamente que creía que las cintas destinadas a las salas no debían competir con las que son para el ámbito doméstico.

Más allá de los dichos del creador de “E.T.”, los medios de la industria también se hicieron eco en las úlitmas semanas de que esta limitación para las plataformas podría ser planteada en la reunión que las autoridades de la Academia tienen prevista para fines de este mes. De hecho, los especialistas leyeron en el mismo sentido la derrota propinada a “Roma” en la categoría de mejor película en los Oscar de febrero último.

Según esa postura, los votantes de la industria, con el rubro de los productores a la cabeza, eligieron ganadora a “Green Book” en lugar de la cinta del mexicano Alfonso Cuarón como una señal en contra de la política de Netflix de no respetar la tradicional ventana de 90 días de exhibición en salas antes de su difusión en plataformas o televisión.