Wes Anderson es ese director del que todos destacamos su obsesión por la estética en cada una de las películas que realiza.
En estas fechas, el cineasta probablemente hubiese estado en el Festival de Cannes presentando “The French Dispatch”, su nueva película coral de dimensiones paquidérmicas.
El evento, después de dar varias vueltas sobre las opciones posibles, terminó cancelándose, debido a la crisis sanitaria mundial.
Por lo tanto, como todos nosotros, Anderson también se encuentra en situación de confinamiento, y recientemente nos enteramos gracias a un reportaje de The New York Times, cómo pasa su propia cuarentena el director de “El Gran Hotel Budapest”.
“Tengo una hija de 4 años, así que como muchos otros en mi situación ahora también soy un profesor de escuela amateur a tiempo parcial”, bromea el director. Pero añade que, el tiempo libre que le deja la paternidad lo utiliza para consumo cultural.
Anderson dedica sus días a la lectura y a ver películas. Primero, cuenta que está leyendo a Patricia Highsmith, James Baldwin, Elmore Leonard y un libro sobe plagas. Agrega que, últimamente, está leyendo mucho sobre “el antiguo Egipto, dinosaurios, insectos y la selva amazónica”.
¿Será algo de todo esto una inspiración para un futuro film?
Además, cuenta que intenta ver una película cada noche. A continuación, la lista que nos recomienda el director
Sueños de juventud (George Stevens, 1935)
La burla del diablo (John Huston, 1953)
La reina de Nueva York (William A. Wellman, 1937)
Haz lo que debas (Spike Lee, 1989)
Hombres intrépidos (John Ford, 1940)
Los amantes crucificados (Kenji Mizoguchi, 1954)
La gran comilona (Marco Ferreri, 1973)
Amigos apasionados (David Lean, 1949)
Station Six Sahara (Seth Holt, 1963)
Hollywood al desnudo (George Cukor, 1932)
Muertes de invierno (William Richerts, 1979)
¿Ya las viste?