Si eres de los que piensa que Miraculous: Las aventuras de Ladybug —o simplemente Ladybug, para los amigos— es una serie infantil, siendo riguroso, estás en lo correcto. Sin embargo, si eres de los que usa ese argumento para no darle una oportunidad, ahí es donde puede que estés errando, pues estás perdiéndote una apasionante historia de amor y superhéroes que va mucho más allá.
Parafraseando a la más que mítica cabecera, Marinette es “una chica normal con una vida normal, pero hay algo que nadie sabe todavía”: tiene un secreto, es Ladybug. También está su compañero de clase Adrien, cuyo alter ego es Cat Noir, y, aunque no conocen sus identidades, ambos han de colaborar para salvar París de las garras de Lepidóptero, que utiliza sus mariposas negras, llamadas akumas —demonio en japonés— para demonizar a los ciudadanos en los que encuentra sentimientos malos.
‘Miraculous: Las aventuras de Ladybug – La película’: un ‘reboot’ adulto y musical
Los clichés de los superhéroes están más que presentes en esta ficción francesa, como las identidades secretas, la inesperada —o quizá no tanto— persona detrás del villano o la relación amorosa, que se torna imposible, entre los dos protagonistas, que tienen una especie de cuadrado sentimental extraño junto a sus superhéroes.
Pero hay mucho más allá: la mitología detrás de la caja de los prodigios, esas joyas mágicas que otorgan poderes; el pasado de Lepidóptero y los motivos que le llevan a hacer lo que hace; la redención, o el intento de redención, de lo que se podría considerar como una de las antagonistas; la exploración de ciertos traumas infantiles; los viajes en el tiempo y líneas paralelas; o la aparición de más y más superhéroes que encarnan personajes conocidos y que forman un equipo al más puro estilo Vengadores.
Del creador de las Magic Girls de nuestra infancia
Hay muchas aristas en Ladybug, que acaba de estrenar el final de su quinta temporada donde termina su primer arco argumental. Y, en estos ocho años, 131 episodios y dos especiales, ha demostrado que es una serie que sabe sembrar ciertas tramas para recogerlas magistralmente tiempo después, demostrando que nada tiene que ver con esa ficción de capítulos autoconclusivos que parecía ser al principio.
Por ello, podría entrar perfectamente en el catálogo de series infantiles que encandilan a adultos, como Gravity Falls, El increíble mundo de Gumball, Steven Universe u Hora de aventura.
Detrás de todo este universo se encuentra su creador y escritor, Thomas Astruc, quien en el pasado trabajó en series como Tres espías sin límite, Código Lyoko o W.I.T.C.H., y de la producción se encarga Jeremy Zag. Pero, además de su compañía, Zag Entertainment, también está en el proyecto Toei Animation, estudio japonés responsable de Dragon Ball, One Piece, Digimon o Sailor Moon.
La nueva Ladybug
Sin embargo, Miraculous: Las aventuras de Ladybug – La película es otro cantar, nunca mejor dicho, pues es un musical animado al más puro estilo Disney.
“No puedo crear historias sin música, y ahí está el corazón de este proyecto y es clave para contar la historia de Marinette y Adrien. La música es la forma en que cada personaje expresa sus alegrías, dudas y frustraciones. Como compositor, estoy muy orgulloso de cómo la música y las canciones de la película captan la gama emocional de nuestros superhéroes a medida que completan su arco argumental”, declara Jeremy Zag, sobre los números musicales de este largometraje.
Este filme es un reboot de la historia dirigido, producido y escrito por Zag, mientras que Astruc no forma en absoluto parte de este proyecto. Y esto se nota bastante por lo diferente, y a la vez similar, que resulta este filme con respecto a la serie.
Mantiene detalles indispensables, como los prodigios o la historia de amor, pero añade poderes, elimina otros, simplifica partes y deja en el aire algunos aspectos de la trama, que podrían desvelarse en una posible segunda parte. Distinta pero fácilmente reconocible, Miraculous: Las aventuras de Ladybug – La película hará las delicias de los fans de la serie y resultará muy disfrutable para los recién llegados.