El Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantuvo la tasa de interés en 40 por ciento, el nivel que tiene desde el 4 de mayo último, como respuesta a que las expectativas de inflación para los próximos meses.
“Esta institución se compromete a mantener el sesgo contractivo de la política monetaria hasta observar signos tangibles de que tanto la inflación como las expectativas de inflación comienzan a descender. Por este motivo, el BCRA decidió mantener su tasa de política monetaria en el 40 por ciento”, indicó el comunicado de la entidad que dirige Federico Sturzenegger.
El corredor de pases a siete días se redujo de 1400 a 600 puntos básicos y el de un día, de 2900 a 1000 puntos básicos. “Así, las tasas quedan determinadas en 43 por ciento para el pase activo y 37 por ciento para el pase pasivo, en el pase a 7 días, y en 45 por ciento para el activo y 35 por ciento para el pasivo en el pase a 1 día”, precisó el BCRA.
La autoridad monetaria advirtió que si bien en mayo el índice de inflación puede ser más bajo que el anticipado por el sector privado, el retroceso se debe a una “menor incidencia del componente regulados”. También anticipó que los indicadores de alta frecuencia “muestran una aceleración de la inflación de junio”.
“Adicionalmente, las expectativas de inflación captadas en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) presentaron para 2018 un aumento de 22 a 27,1 por ciento en la inflación general y de 19,8 a 25,1 por ciento en la inflación núcleo, con aumentos también significativos en las expectativas de inflación a 12 meses y para 2019. Este panorama exige una respuesta decidida”, justificó el BCRA.
La entidad monetaria justificó “intervenciones eventuales” en el mercado cambiario para mitigar “dinámicas disruptivas” y ratificó la regulación de la tasa de interés “como instrumento” para contener la inflación.
“En lo que hace al régimen monetario, se ratifica la política monetaria de metas de inflación con la tasa de interés como instrumento y el esquema de flotación cambiaria, con intervenciones eventuales ante dinámicas disruptivas”, apuntó
La autoridad monetaria aludió a “los cambios del escenario internacional” para justificar la “depreciación del peso, que impide el cumplimiento de la meta de inflación”.
“Esto requiere una redefinición de las metas de inflación para los próximos años, que ahora serán 17% en 2019, 13% en 2020 y 9% en 2021”, apuntó, en línea con lo anunciado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“El cumplimiento de estas nuevas metas se ve favorecido por un nuevo diseño de política monetaria, en el que se destacan la eliminación de las transferencias al Tesoro, la recompra de Letras Intransferibles por parte del mismo (con la consecuente reducción del stock de pasivos remunerados del BCRA) y el compromiso por parte del Poder Ejecutivo de elevar al Congreso un proyecto de reforma a la Carta Orgánica que consolide el funcionamiento de un Banco Central más independiente”, agregó el comunicado de la entidad.
La entidad que dirige Struzenegger anticipó que para el segundo trimestre de 2019, “con el que se cumple el primer período de 12 meses bajo el nuevo formato, el BCRA procurará alcanzar una inflación menor al 22 por ciento”.