Nacido el 11 de Junio de 1900, Leopoldo Marechal fue poeta, dramaturgo, novelista y ensayista argentino, autor de Adán Buenosayres, una de las novelas más importantes de la literatura argentina del siglo XX.
Sus amigos de Maipú, lugar al que de niño iba a vacacionar con su familia, lo apodaron “Buenos Aires” ya que era el único foráneo en visitar el pueblo rural. Ese sería luego el nombre del protagonista de su gran obra.
Con el fallecimiento de su padre a los 18 años, tuvo que hacerse cargo de su familia siendo muy joven. Se desempeñó como bibliotecario, maestro, profesor de enseñanza; y ya de adulto, ocupó cargos públicos durante los gobiernos de Juan Domingo Perón, circunstancia que lo llevó al enfrentamiento con sus antiguos compañeros de generación literaria y relegando al olvido su obra, descubierta luego por las nuevas generaciones.
Ya de pequeño despuntaba su talento en la poesía: a los doce años escribió los primeros versos y publicó “Los aguiluchos” con poco más de veinte y cuatro años después “Días como flechas” inclinándose hacia el vanguardismo, aunque en sus “Odas para el hombre y la mujer”, afirma su voz propia y el equilibrio entre la novedad y lo clásico, libro con el que obtuvo el Primer Premio Municipal de Poesía.
Se vinculó a los grupos Proa y Martín Fierro. En 1926, inicia su primer viaje a Europa, primeramente España, donde se relacionó con los redactores de La Gaceta Literaria y Revista de Occidente, y luego en parís, con importantes intelectuales y pintores como Picasso, Héctor Basaldúa y Antonio Berni. En 1929, se estableció en Montparnasse y frecuentó a Aquiles Badi, Alfredo Bigatti, Horacio Butler, Juan del Prete, Raquel Forner, Víctor Pissarro y al escultor José Fioravanti, quien luego esculpiría el busto del poeta en bronce. En 1929, también en la capital francésa inicia su novela fundacional Adán Buenosayres, que publicaría recién en 1948 luego de muchos años de elaboración.
Adán Buenosayres es a la vez alegoría, autobiografía y novela en clave que tiene como personajes a los exponentes de la vanguardia porteña, Jorge Luis Borges entre ellos. No fue bien recibida por la crítica, que la vio injusta y parcialmente como “una mala copia” del Ulises de James Joyce, e invisibilizó lo esencial: su carácter insólito dentro de la tradición novelística en castellano, y la libertad igualmente inédita en el uso del lenguaje narrativo, aspectos que sólo destacó Julio Cortázar, por entonces un desconocido columnista que la saludó con lucidez y alborozo.
Marechal, por su parte, declaró:
“Al escribir mi Adán Buenosayres no entendí salirme de la poesía. Desde muy temprano, y basándome en la Poética de Aristóteles, me pareció que todos los géneros literarios eran y deben ser géneros de la poesía, tanto en lo épico, lo dramático y lo lírico. Para mí, la clasificación aristotélica seguía vigente, y si el curso de los siglos había dado fin a ciertas especies literarias, no lo había hecho sin crear sucedáneos de las mismas. Entonces fue cuando me pareció que la novela, género relativamente moderno, no podía ser otra cosa que el sucedáneo legítimo de la antigua epopeya. Con tal intención escribí “Adán Buenosayres” y lo ajusté a las normas que Aristóteles ha dado al género épico.”
Hoy por hoy, su Adán Buenosayres es considerado por muchos como la novela fundamental de la literatura argentina, pero enotnces, toda la obra de Marechal después de 1955 fue proscrita por la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu y desterrada de los manuales de literatura y de las librerías. Perseguido por el régimen de la Revolución Libertadora debido a sus ideas políticas y sus denuncias públicas acerca de torturas que utilizaba el régimen de facto, decidió exiliarse brevemente en Santiago de Chile.
Recién a mediados de la década de 1960 volvió a publicar, editando en 1965 “El banquete de Severo Arcángelo” y el ensayo “La Autopsia de Creso”. En 1966 publicó “Heptamerón” y “Cuadernos de navegación”.
Gracias a la iniciativa de sus tres hijas, se creó la Fundación Leopoldo Marechal que tiene como objetivo preservar y difundir la obra del escritor y de los autores de la generación del Martin Fierro.
5 obras de su autoría para retomar:
– Adán Buenosaires (1948) – Novela
– El Banquete de Severo Arcángelo (1965) – Novela
– Días Como Flechas (1926) – Poesía
– Antígona Velez (1951) – Teatro
– Descenso y Ascenso del Alma por La Belleza (1939) – Ensayo