El jefe de Gabinete, Marcos Peña, calificó como “un paso muy positivo para Argentina”, el acuerdo por un crédito stand – by por 50.000 millones de dólares.
“Es una señal de confianza muy grande al rumbo económico. El acuerdo con el Fondo es una media preventiva frente a las volatilidades en el mundo”, explicó.
En declaraciones a radio Mitre, el funcionario consideró que la reducción de las metas de déficit fiscal a cero para 2020 y el compromiso de autonomía en la política inflacionaria del Banco Central marca “un cambio en la velocidad”.
“Creo que se logró un muy buen acuerdo en el contenido, es un cambio en la velocidad, no en lo estructural”, consideró Peña.
El jefe de Gabinete resaltó la forma de llevar la negociación con el FMI de parte del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.
“Fue una negociación impecable desde el primer día, del equipo que lideraron Nicolás Dujovne y Federico Sturzenegger. El Fondo era una herramienta en el camino de las soluciones que teníamos que encarar. No podemos echarle la culpa al Fondo por las soluciones que tenemos que encontrar nosotros”, apuntó.
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Peña no especificó los ítems en los que el gobierno nacional acelerará el recorte del gasto público. El funcionario indicó que consensuará con los bloques de la oposición en el debate de la Ley de Presupuesto de 2019, que se presentará en el Congreso a partir de septiembre.
“La necesidad para esta etapa es seguir buscando consensos, en particular con el Presupuesto. En otros países se discute un rango mucho menor del que se discute acá, porque hay ciertos acuerdos básicos. Tenemos que ir reduciendo el margen de discusión”, sostuvo.
El jefe de Gabinete consideró que las exigencias del FMI son las que presentaría el mercado privado de capitales.
“Lo que el Fondo pide es similar a lo que estaría pidiendo el mercado. Es mostrar un camino que te va a permitir repagar tus deudas. Lo importantes es seguir en un camino de crecimiento. El achicamiento del déficit no implica recesión ni achicar la economía, sino mejorar la calidad del gasto público, que cayó de 42 a 32 por ciento desde que empezamos el gobierno”, aseguró.
Peña admitió que el tercer trimestre del año será “más complicado” en términos de crecimiento económico. “Ahora estamos en unos meses más complicados, pero seguimos creciendo”, señaló.
El jefe de Gabinete aseguró que en la discusión de la ley de Presupuesto habría que revisar los gastos que deberían correr por cuenta del Estado Nacional y de las provincias.
“Mal haríamos en arrancar diciendo esto es así, tenemos que definir prioridades y un presupuesto que cumpla esas metas, cuidando la protección social, la infraestructura, qué hace el gobierno nacional y qué hacen las provincias. No creo que sea bueno anticiparse a esa discusión”, reafirmó.
“Un gobierno que está en minoría parlamentaria y que sacó todas la refromas que logró sacar y salir de una crisis, evidentemente, política hace y siempre estamos abiertos a eso”, agregó.
Peña relativizó el impacto de la crisis en la percepción de la imagen de la gestión de Mauricio Macri.
“Monitoreamos y entendemos que hay que cuidar mucho la confianza de la gente y trabajar todos los días para ganarla. Las turbulencias o los desafíos de los últimos meses debilitó esa confianza, pero también hay otra gente que te dice `fuerza, para adelante´. Nuestra tarea es liderar y mostrar el camino y dar la mano al que le está costando. Hay que estar convencidos de que la raíz del cambio está más fuerte que nunca. Si no somos nosotros, será otro, que interprete esa demanda de cambio”, reflexionó.
“Hay que entender que no todo es una repetición. En una situación de cambio flotante, un cambio fluctuante no implica una crisis de confianza o económica”, concluyó.