La plataforma multinacional on-demand, de producción y distribución de producciones audiovisuales Netflix, no deja de renovarse e incluir, tanto entre sus propuestas como entre sus espectadores, nuevos trabajos que impactan por su origen, o por su temática.
Es el caso de la actual adquisición por la plataforma, de la serie china “Día y noche” que distribuirá en más de 190 países -la primer producción china con la que cuenta la plataforma- tras llegar a un acuerdo con Youku, el equivalente a Youtube en el país asiático, que cuenta con 32 episodios y ha superado las 4.000 millones de visualizaciones desde su estreno en agosto pasado.
“Estamos orgullosos de asociarnos con Netflix en este acuerdo innovador. La industria cultural está experimentando un fuerte crecimiento en China y creo que la exportación de contenido de alta calidad va a ayudar a la gente alrededor del mundo a entender mejor el poder de atracción de China”, dijo el presidente de Youku, Yang Weidong, en un comunicado.
Youku había sido adquirida por la empresa Alibaba en 2015, especialista en comercio electrónico, lo que le permitió un incremento de un 180 por ciento interanual de sus suscriptores y se estima que su alianza con Netflix sumará unos 109 millones más de abonados en todo el mundo.
Por otro lado, hoy se estrena la adaptación en serie de la película “She’s gotta have it” del director norteamericano Spike Lee. Se trata de una versión que vuelve en forma de serie de la película homónima que el director ya había estrenado en 1986.
Hoy, Netflix estrenará la serie que el propio Lee dirige en diez capítulos que amplifican lo que sucedía en aquellos estimulantes 84 minutos de la historia original sin apelar a la mirada nostálgica y que, sobre todo, abren el juego a la mirada femenina.
La serie hace extensiva la historia de la joven Nola, una mujer afroamericana de Brooklyn, que no acaba de decidirse entre sus tres pretendientes, pero se niega a renunciar a ellos. El primer film de Spike Lee (escrito, dirigido y editado por él), es una brillante comedia de tono semidocumental, filmado en blanco y negro y con algunas escenas en color.
Su gran éxito de crítica (declarada mejor película en los Independent Spirit Awards) y público, su tono de comedia sin abandonar las ideas y compromisos, y la práctica ausencia de directores negros, hizo que el joven realizador americano se implantara fulminantemente en el panorama cinematográfico mundial.
Aun aceptando que la sociedad estadounidense es hoy más progresista que en los ‘80, Nola (aquí DeWanda Wise) sigue sufriendo con el imperio de una cultura marcada por nociones machistas que siguen azotando a los cuerpos femeninos en distintos planos.
Dos propuestas a tono con la calidad y actualización permanente que el gigante de las series sabe capitalizar.