Manuel López Obrador asumirá mañana como presidente de México para un mandato de seis años, con el declarado objetivo de combatir la pobreza y la corrupción que asola al país.
Para la “toma de protesta” -como se llama en México a la jura- está confirmada la presencia de al menos 14 presidentes y vicepresidentes de América Latina y el Caribe, informó a la prensa Macelo Ebrad, señalado como el canciller del nuevo Gobierno.
Entre los mandatarios que asistirán a la ceremonia estará Nicolás Maduro, de Venezuela, cuya invitación generó polémicas entre el equipo del presidente electo y dirigentes de conservador Partido Acción Nacional (PAN). La ceremonia de investidura se hará en el Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados, desde las 11 de la mañana.
Tal como marca el protocolo mexicano, el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, le entregará su banda presidencial al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, quien investirá a López Obrador como nuevo presidente de México.
A la ceremonia también asistirán el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, gobernadores, senadores y representantes (diputados) de los partidos Demócrata y Republicano estadounidenses. También estarán presentes el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, y los presidentes de Perú, Martín Vizcarra; de El Salvador, Salvador Sánchez Ceren; de Honduras, Juan Orlando Hernández y de Guatemala, Jimmy Morales Cabrera. Además asistirán el rey de España, Felipe VI y el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, entre otros.
Argentina estará representada por la vicepresidenta, Gabriela Michetti, porque el presidente Mauricio Macri está abocado a cumbre del G20 que se desarrolla hasta mañana en Buenos Aires.
López Obrador, ex alcalde de la ciudad de México (2000-2005), aseguró durante la campaña electoral que hará una transformación radical y pacífica del país. El presidente electo prometió reformas comparables con los tres mayores hitos de la historia del país desde el siglo XIX: la independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana. Además sostuvo que se propone acabar con la corrupción, ejercer un gobierno austero, sin lujos ni privilegios, y establecer una “democracia auténtica”.
México, la segunda economía de América latina después de Brasil, tiene altos niveles de inseguridad e impunidad, severos problemas con el narcotráfico, desigualdad social, tensiones migratorias con Estados Unidos y un crecimiento económico modesto.
Uno de los más ambiciosos proyectos de López Obrador es el llamado Tren Maya, una ruta ferroviaria que recorrerá 1.500 kilómetros para unir las costas del océano Pacífico con las del Atlántico. También prevé un programa de becas de estudio para 2,6 millones de jóvenes y empleos como aprendices en empresas.
En cuanto a la inseguridad que asola el país, con más de 29.000 asesinatos el año pasado, cientos de fosas clandestinas y unos 35.000 desaparecidos, López Obrador se propone crear una Guardia Nacional.
El presidente electo ganó las elecciones del pasado primero de julio, con más del 53 por ciento de los votos, y su partido, Morena (que no existía en las elecciones de 2012), tendrá mayoría en ambas cámaras del Congreso.
(Télam)