El acceso a teléfonos móviles entre los chicos sucede a edades cada vez más tempranas y genera entre otras cosas que entre los ocho y diez años comiencen a usar redes sociales, según los resultados de una encuesta realizada en escuelas porteñas por el Centro de Estudios, Investigaciones y Opinión de la Defensoría del Pueblo.
El 94 por ciento de los alumnos de sexto y séptimo grado (de escuelas públicas y privadas) tienen celular propio y más de la mitad lo consiguió entre los 10 y 11 años, lo que supone una baja respecto de lo que esperaban los profesionales de la Defensoría. “Antes entregar el celular era una decisión para la familia y en general llegaba a los 12, eso está bajando”, comentó el sociólogo Pablo Azcarate durante la presentación.
Junto con esta tendencia, el uso de las redes sociales es prácticamente universal entre los chicos de 11 años y la edad de iniciación se concentra especialmente entre los ocho y los diez años, lejos de los 13 marcados como la mínima legal para tener un perfil en cualquiera de ellas.
Asimismo, según el informe presentado por el organismo, se observó una predilección de los chicos por Instagram, YouTube y Whatsapp en detrimento de Facebook. “Las pantallas son un espacio de construcción de subjetividad como lo fueron el club o la esquina en otra época. Los que tienen seguidores tiene un lugar de reconocimiento”, señaló Flavia Tipskis, una de las encargadas de presentar el estudio, para dimensionar la importancia de la tecnología en la vida de los chicos.
La encuesta se realizó entre 131 chicos de sexto y séptimo grado. Entre los alumnos, el 98 por ciento usa redes sociales, el 63 por ciento participa de juegos online y el 98 por ciento ve vídeos en YouTube, marcándose -en todos estos casos- una participación un poco mayor entre los chicos de las escuelas privadas.
Entre los usos y costumbres se destaca la pérdida de terreno de Facebook entre los preadolescentes: sólo el ocho por ciento la eligió como la red social más usada, mientras que Instagram, YouTube y WhatsApp se quedan con el 22 por ciento en cada caso.
Otro de los puntos indagados fue la percepción de riesgo en el uso de Internet, un tópico importante en una población que la usa cotidianamente. El 56 por ciento entiende que los peligros son pocos y los asocian especialmente a imágenes de contenidos sexuales y ciberbullying, y sólo el tres por ciento señala como un riesgo al acoso por parte de un mayor. “Entre los niños que asisten a escuelas publicas se daría una tendencia a mayor percepción de riesgos en el uso de Internet, y de menor comprensión de ese mundo por parte de sus padres”, señalaron.
Además se detectó una baja percepción de utilidad de los dispositivos electrónicos en ámbitos escolares, ya que sólo el 28 por ciento los identifican como herramientas que “mejoran las posibilidades de aprender”.
Tipskis señaló la necesidad de que los adultos dejen de “pensar estos temas bajo el dualismo ‘bueno o malo'” y entender que las redes y la tecnología son una “técnica de la socialización” primordial para los jóvenes.
“Los chicos van a abrirse, hay que preguntarles qué hacen y no sólo hay que estimular el uso seguro sino el uso creativo. Hoy los usos son muy homogéneos y hay que atraerlos a actividades divergentes, a la creación de contenidos y a la programación”, recomendó.
(Con información de Télam)