Los ex trabajadores de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Azul (Fanazul) reclaman ser atendidos esta semana por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, para que intervenga en el conflicto por el cierre de la planta.
“La única planta de Fabricaciones Militares que se cerró está ubicada en la provincia de Buenos Aires, por lo que creemos que la gobernadora tiene que escucharnos”, afirmó el delegado de ATE en la planta, Juan Cacace, en declaraciones a Télam.
Desde ATE proponen que la provincia se haga cargo de la empresa, tomando como antecedente el caso del Astillero Naval Río Santiago y del Hospital Naval, ambos ubicados en el distrito bonaerense de Ensenada.
“Si la provincia se hiciera cargo de Fanazul, la situación de ventas de explosivos podría proveer a cantidad de canteras y mineras. El Estado no tiene por qué perder plata. Podemos hacer una cantidad de explosivos y generar ganancias para el Estado”, aseguró Cacace.
Esta semana los ex empleados de Fanazul le enviarán una carta a la mandataria provincial solicitándole una audiencia y harán una radio pública en la puerta de la Casa de Gobierno para difundir su reclamo.
La fábrica, ubicada en la ciudad de Azul, pertenece a Fabricaciones Militares y depende del Ministerio de Defensa de la Nación, que la semana pasada decretó el cierre definitivo de la planta y generó 220 despidos.
En base a un informe de la Armada Argentina, los trabajadores sostienen que Fanazul está en condiciones de desactivar material bélico obsoleto, lo que garantizaría el funcionamiento de la planta al menos por tres años.