Poco más de un mes después de que varios partidos chilenos firmaran el “Acuerdo por la paz y una nueva Constitución” y al cumplirse dos meses exactos del inicio del estallido social que sacudió la política y el modelo de este país, hoy los diputados votarán la reforma al Capítulo XV de la Carta Magna que permitirá el plebiscito y todo el proceso constituyente para una nueva Constitución.
La nueva Constitución es el reclamo central de la ola de multitudinarias movilizaciones ciudadanas iniciada el 18 de octubre por el alza del transporte público, que creció exponencialmente con el correr de los días con demandas en principio difusas, pero que terminaron centrándose en la exigencia de una Carta Magna como requisito para modificar desde sus raíces el modelo chileno.
La reforma elaborada por la comisión técnica, corregida y visada por los presidentes de partidos que rubricaron el acuerdo, ya fue aprobada en la comisión constitucional de la Cámara Baja y enfrentará éste, uno de sus trámites más importantes, en medio de tensiones, según informó el diario chileno El Mercurio en su versión digital.
El trámite parlamentario que abre la puerta al plebiscito del 26 de abril, que preguntará a los chilenos si desean o no una nueva Constitución y el mecanismo para su redacción, requiere dos tercios de los votos de los diputados. La expectativa es que la reforma sea aprobada porque, a pesar de que independientes, comunistas, ecologistas no firmaron el acuerdo, todos los otros partidos sí lo hicieron, lo que reúne el número necesario de escaños.
La votación se producirá exactamente dos meses después de iniciado el estallido social que dejó una veintena de muertos, cerca de tres mil heridos y más de 300 víctimas con traumas oculares, denuncias de torturas y violaciones a los derechos humanos, y la desaprobación del presidente Sebastián Piñera en el 80 por ciento según los últimos sondeos.
Entre los temas ásperos de la reforma, está el de las cuotas de género porque tal como está redactado asegura solo cuotas en las candidaturas, ya que señala que los partidos deberán seguir la normativa en base a la forma en que se eligen parlamentarios.
Desde la oposición -ahora sí con el respaldo de comunistas y humanistas- buscan que se puedan asegurar escaños para cuotas de género, pueblos originarios e independientes, algo que también desató tensiones en la coalición oficialista Chile Vamos, donde algunos prominentes integrantes apoyan esta opción en general. La mayoría del oficialismo señala que solo debe discutirse la reforma y ningún otro tema que se relacione a ella de forma simultánea.
(Télam)