Fuertes medidas de prevención sanitaria, nuevas formas de trabajar y dificultades económicas es el panorama que distintos representantes de museos vislumbran un corto plazo, a medida que comienza a darse la reapertura, en Europa, de las actividades culturales
En una charla online organizada por el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), el director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) Ferran Barenblit, el curador del Paballón de Arte Contemporáneo de Milán (PAC) Diego Sileo y el responsable de la política internacional del Museo Louvre de París Alberto Vial coincidieron que en el futuro de sus respectivos espacios será de una manera nunca antes vista.
En un diálogo moderado por el director del MNBA, Andrés Duprat, Barenblit contó que durante el tiempo de confinamiento los trabajadores del MACBA realizaron trabajo remoto al mismo tiempo que pusieron “en marcha durante todos los mecanismos que ofrece Internet que funcionaron bien”. Ahora, el museo ya se encuentra abierto con varias medidas de seguridad para prevenir los contagios por el nuevo coronavirus.
“Abrimos el miércoles pasado. De todos los espacios bajo cubierto, en esta situación de pandemia, estoy convencido que el museo es el más seguro. Porque la visita a un museo ya incluye muchas cosas que la pandemia ha desatado. No solemos estar aglomerados en un espacio pequeño y los recorridos ya están establecidos”, contó el director del MACBA.
“Las pasiones se desatan de otra manera en el museo. La experiencia es establecer todas las barreras de distancia entre el publico y los trabajadores, establecer una señalética muy clara para establecer las nuevas normas, la obligatoriedad en el uso de mascarilla, recorridos unidireccionales, reducción del uso del ascensor, e incorporar alcohol en gel para limpiarse las manos. No hay textos de sala, estamos poniendo códigos QR, hemos incrementado el uso de la app del museo, para organizar la venta de entradas o cuando son gratuitas también los sábados a la tarde. La entrada es por bloques para asegurarnos que nunca nos pasamos del aforo máximo”, detalló Barenblit.
Sileo, por su parte, dijo que la epidemia en Italia “fue una verdadera pesadilla” y que “el impacto fue devastador” en Milán. La idea del PAC, afirmó, es abrir el pabellón el 2 de julio. “Vamos a hacer un test con nuestro público, que quiere regresar.
Vamos a hacer este experimento con una nueva idea de exposición, con entrada gratuita y con horarios reducidos. Será todo diferente en esta temporada”, adelantó.
El curador italiano contó que la primera etapa de reapertura será con encuentros y charlas que se harán online mientras que “en el espacio estarán algunos videos de artistas que han trabajado con el sonido y la música en el arte”.
“Mascarillas, distancias, todo lo que sea necesario” serán parte de la realidad del PAC dijo Sileo. “Lo que estamos pensando de hacer es llevar afuera a nuestro jardín algunas actividades. Eso puede ser otra idea que estamos pensando para enriquecer el programa de este verano”, agregó.
Por su parte, Vial, del Louvre, expresó: “Pasamos a de ser el museo más visitado del mundo al más vacío del mundo, porque es uno de los más grandes”. El emblemático museo francés reabrirá sus puertas el próximo 6 de julio. Será, anticipó el representante de la institución, un regreso con “una baja muy importante” en el número de personas que vayan a recorrer el museo. “Calculamos que tendremos el 30 por ciento del público normal. La baja del turismo va a regular la baja de visitantes”, estimó.
Las medidas planeadas para el Louvre son, aseguró, “las mismas que en otros museos: reservas obligatorias, venta por Internet, uso de mascarillas obligatorio, distancias de seguridad, con marcas en el suelo para respetar las distancias, en algunas salas sentido único también para que la gente no se cruce en algunas salas”.
Vial afirmó que el cierre del Louvre como ocurrió por la pandemia “no se había dado desde la Segunda Guerra Mundial” y que, en esta nueva etapa calculan que “va a haber una baja muy importante de recursos propios porque el 60 por ciento vienen de las entradas”.
En el mismo sentido se expresó Barenblit, quien pronosticó que “los presupuestos van a sufrir por supuesto” y que, por eso, espera que “los gobiernos se den cuenta d la importancia de la cultura y de los museos”.
La experiencia europea seguramente sirva para delinear cómo será, cuando la situación epidemiológica lo permita, el regreso de los museos en la Argentina.