Esta mañana, los 34 obispos y arzobispos de Chile presentaron su renuncia ante el Papa Francisco por el escándalo de abusos sexuales y encubrimiento en la Iglesia Católica.
“Por escrito, hemos puesto nuestros cargos en manos del Sumo Pontífice”, indicaron.
“Estamos a su total disposición (del Papa) para asegurar protocolos que nos puedan ayudar a atender a las víctimas de una mejor manera”, agregó el obispo de Chillán, Carlos Pellegrín.
Pellegrín explicó que los 34 obispos continúan “en completo control y rol” de sus diócesis”. No obstante, aclaró: “el Papa sabe que si en algún momento nos va a pedir a algunos de nosotros dar un paso al costado, lo haremos por amor a la Iglesia”.
La actitud fue recibida con satisfacción por las víctimas, las asociaciones de laicos e, incluso, por sectores religiosos.
Una de las víctimas de abusos, Juan Carlos Cruz, que presentó su testimonio y se reunió personalmente con el Papa hace pocas semanas, calificó como “estupendo que presenten su renuncia”. “Eso me alegra tremendamente. LIglesia no se merece a estos verdaderos corruptos y criminales”, agregó.
Otra de las víctimas de los abusos sexuales en la Iglesia chilena, José Andrés Murillo, que también se reunió con el Papa, opinó que los obispos chilenos “sólo merecen irse”.
“Por dignidad, justicia y verdad: váyanse todos los obispos. Delincuentes. No supieron proteger a los más débiles, los expusieron a abusos y luego impidieron justicia. Por eso, sólo merecen irse”, sostuvo, en su cuenta de Twitter y pidió la aceptación de las renuncias.
(Con información de Télam)
