Poca gente hay en la industria que trabaje a la velocidad que Luca Guadagnino. O, al menos, que replique su ansia por liderar proyectos y sobrecargar su agenda, de modo que sea complicado seguir el ritmo con el que va encadenando rodajes. El último film del que teníamos noticia que había concluido y estaba por estrenarse era Challengers: este drama erótico con Zendaya de hecho iba a haber inaugurado el Festival de Venecia, pero con el advenimiento de las huelgas y la imposibilidad de que las estrellas promocionaran su trabajo se optó por retrasarlo. La película, ahora, no se estrenará hasta el año que viene.
Pero entretanto Guadagnino sigue con su ritmo habitual, y se supone que ya ha terminado de rodar Queer: la adaptación de una novela especialmente complicada de William Burroughs que protagonizaría Daniel Craig. Entretanto su nombre lleva años vinculado a un remake de Scarface y a una adaptación de El señor de las moscas, habiendo mostrado interés recientemente por llevar al cine Los destrozos: la novela más reciente de Bret Easton Ellis. Con tantos proyectos en el horizonte, era normal que alguno se cayera. Y le ha tocado al que, acaso, tenía mejor pinta. O más opciones de ganar respaldo académico.
Guadagnino dijo que iba a dirigir un biopic de la actriz Audrey Hepburn con el protagonismo de Rooney Mara. Uniendo lo querido que es el recuerdo de Hepburn al contundente parecido físico de Mara, se antojaba una película muy prometedora, y la misma Mara dijo el pasado invierno en el podcast Rain Phoenix que el proyecto tenía el respaldo de Apple e iba a rodarse a finales de 2023. No obstante, World of Reel se hace eco de que la película sobre Hepburn se ha cancelado.
Guadagnino así lo habría revelado, sin más explicaciones, durante un encuentro con el público en el BFI London Film Festival, organizado por el British Film Institute. Por ahora hemos de olvidarnos de ver a Mara encarnando a la actriz de Breakfast at Tiffany’s, mientras Guadagnino sopesa de qué otros proyectos librarse para despejar su agenda.
