Mientras la Cámara de Apelaciones de Porto Alegre resuelve si absuelve o ratifica la pena contra Luiz Inácio Lula da Silva, el ex presidente de Brasil aseguró que está “tranquilo” y que el tribunal debería revocar el fallo que lo condenó a nueve años y medio de prisión por corrupción.
“Estoy extremedamente tranquilo y con la conciencia de que no cometí ningún crimen. La única cosa correcta que puede hacer el tribunal es decir que el juez Sérgio Moro se equivocó”, apuntó Lula da Silva.
La Cámara de Apelaciones inició ayer la sesión en la que debe definir si absuelve o ratifica la condena contra el principal líder opositor y favorito para las elecciones de octubre en Brasil.
“Vamos a juzgar los hechos, no será juzgada la vida retroactiva de las personas ni elementos que no forman parte del expediente”, aseguró el camarista instructor del caso, Joao Pedro Gebran Neto, antes del fallo.
Los jueces analizan la apelación de Lula da Silva contra la condena del juez de instrucción Sérgio Moro, en julio del año pasado, por haber recibido un apartamento de la constructora OAS en la playa de Guarujá, Estado de San Pablo, a cambio de favorecer a la empresa con contratos de la petrolera estatal Petrobras.
La sala 8 del Tribunal Regional Federal de Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul, está blindada de policías y con tránsito bloqueado en la región del foro judicial.
En simultáneo, simpatizantes del ex presidente de Brasil se concentraron en un acampe organizado por el Movimiento de Campesinos sin tierra, que participa de la campaña “Elección sin Lula es fraude”. Además, hay manifestaciones a favor del ex mandatario en al menos 16 ciudades capitales del país.
Los adversarios del ex presidente, convocados por los grupos ultraconservadores Vem Pra Rua y Movimiento Brasil Libre, preparan marchas en Porto Alegre y en la Avenida Paulista de San Pablo.
Lula sostiene que la acusación es política y que forma parte de una persecución por parte de la “Operación Lava Jato”, para sacarlo del tablero electoral de octubre.
Aliados de Lula sostienen que si el fallo de la Cámara de Apelaciones no es unánime, permitirá presentar un recurso ante al Sala 5 del Tribunal Regional de Porto Alegre, encargada de derecho penal, para que analice el caso y el voto divergente.
La polémica jurídica se presenta en torno a si es necesaria la prisión efectiva del ex mandatario en caso de que la Cámara de Apelaciones ratifique la condena y si Lula da Silva puede quedar inhabilitarlo para ser candidato en octubre en caso de que la pena no sea confirmada por la Corte Suprema.
Según la defensa del ex presidente brasileño, Cristiano Zanin, el fallo condenatorio de Moro no encontró nexos entre los contratos de Petrobras y la supuesta dádiva recibida por Lula da Silva. El ex mandatario explicó que le ofrecieron el departamento para comprarlo, pero no lo aceptó.
El líder opositor sigue la transmisión del veredicto de la Cámara de Apelaciones en las afueras de San Pablo. “Cualquiera sea el resultado, seguiré luchando por la dignidad del pueblo brasileño. Sólo la muerte me sacará de las calles”, manifestó en un discurso en el Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en el Gran San Pablo.
“El pobre era solo una estadística. ¿Y quiénes pusieron el dedo en esa herida? Fuimos nosotros. Y yo sé que eso es lo que juzgan”, agregó. “Las conquistas incomodaron a la elite brasileña. Este país fue pensado para el 35 por ciento de la población”, escribió Lula da Silva en su cuenta de Twitter.
(Con información de Télam)