A las 9.45, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, dio un discurso grabado en Casa de Gobierno, que se extendió unos 25 minutos.
Visiblemente cansado, el mandatario inició su discurso 15 minutos antes de que abriera la jornada cambiaria y bursátil y anticipó algunas de las medidas económicas que anunciará el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
“Sé todas las cosas que deben estar sintiendo porque yo también las estoy sintiendo. Les voy a a hablar con el corazón y con la convicción de que si seguimos adelante con este cambio, vamos a salir”, arrancó el presidente.
Macri explicó la corrida cambiaria iniciada en mayo por las “dudas” que generó Argentina sobre la posibilidad de avanzar en la reducción del déficit.
“Había que cambiar muchas cosas y cambiar cosas que eran antipáticas. La comunidad internacional nos apoya y durante dos años el mercado también lo hizo. Esto podría haber pasado en 2016, porque recibimos un Estado que gastaba más de lo tenía. Pero pudimos convencer a los mercados de que nos prestaran plata para resolver nuestros problemas estructurales. Pero en dos años la cosa cambió, por cosas que están fuera de nuestro control”, explicó el mandatario.
“Algunas medidas que tomamos generaron dudas a los que nos prestaban plata para llegar al otro lado del río. También fue un problema de todos los argentinos, por no resolver nuestros problemas estructurales. Se aprobaron leyes que destruyeron el presupuesto aprobado y el dólar empezó a subir”, agregó.
El jefe de Estado repasó los “tres consensos básicos” que lanzó el año pasado, tras ganar las elecciones legislativas de octubre: “equilibrio de las cuentas públicas, porque no podemos gastar más de los que tememos, porque genera inflación y nos lleva a pedir más plata prestada; empleo de calidad y un Estado sin corrupción”.
“Lo que nos pasó estos días muestra que estos consensos son más necesarios que nunca. Invito a todos los gremios, a la dirigencia política, a la sociedad civil a comprometerse con ellos”, agregó.
El mandatario volvió a poner el foco de la crisis argentina en el déficit fiscal, la dependencia del endeudamiento externo, la sequía que afectó las cosecha de este año, la suba del precio del petróleo y el contexto internacional, por el aumento de la tasa de interés de Estados Unidos y la batalla comercial global.
“En estos meses se desataron todas las tormentas juntas. Hasta que Argentina no tenga equilibrio fiscal, los argentinos vamos estar sometidos a cualquier crisis externa“, advirtió.
Macri anticipó el anuncio de Dujovne sobre la suba de las retenciones a las exportaciones.
“Sabemos que es un impuesto malo, malísimo, que va a en contra de lo que queremos lograr, que son más exportaciones. A los que exportan les tenemos que pedir que entiendan que estamos en emergencia, necesitamos de su aporte“, reconoció.
“Esto va a permitir despejar cualquier duda sobre nuestro financiamiento. Tenemos que resolver un problema de base, que es no gastar más de lo que tenemos y, mucho menos, convivir con la corrupción. Tenemos que hacer todos los esfuerzos para equilibrar las cuentas del Estado”, pidió.
Junto con la suba de derechos de exportación, Macri anticipó la reducción de ministerios y el “refuerzo” de la Asignación Universal por Hijo (AUH) en septiembre y diciembre y del programa “Precios cuidados”, entre otras medidas destinadas a compensar la devaluación en torno al 70 por ciento que se produjo en lo que va del año y la inflación que producirá hasta fin de 2018.
“Vamos a reducir los ministerios a la mitad. Empezamos a superar la crisis cuidando siempre a los que más necesitan, porque sabemos que con esta devaluación la pobreza va a aumentar. Los que cobran las AUH van a recibir un refuerzo en septiembre y diciembre y vamos a reforzar el programa de Precios Cuidados, con especial foco en alimentos de la canasta básica. Seguiremos impulsando el mercado en tu barrio, créditos de ANSeS y bajas en los medicamentos”, apuntó el presidente.
“Todos los cambios y medidas que van a ser anunciadas el día de hoy tienen que ver con escuchar”, concluyó.
Macri anticipó que el Presupuesto de 2019 debe “demostrar” que Argentina avanza en el achicamiento del gasto.
“En lo que respecta al Presupuesto, estamos avanzando muy bien con dirigentes de la oposición. Tenemos que sacarle a la gente esta mochila cargada con Estado que gasta más de lo que tiene”, sostuvo.
“El mundo nos volvió a decir que vivíamos por encima de nuestras posibilidades. Ahora nos toca reconocerlo, asumirlo, ser la generación que entiende nuestros problemas y se hace cargo”, agregó.
“No es fácil”, reconoció. “Claro que querría más presupuesto para los docentes universitarios, policías, pero nuestro problema es que para empezar a construir el país que queremos, necesitamos equilibrar nuestras cuentas. Décadas postergando este debate, siento que llegó la hora y estamos maduros. Sé que es el camino difícil, pero es el real”, concluyó.
El mandatario volvió a pedir “ceder algo” e hizo una confesión inesperada: “estos fueron los peores cinco meses de mi vida”.
“Todos tenemos que ceder algo si queremos avanzar. Todo lo que cuesta en la vida vale la pena y nadie te lo saca. Gobernar un país cuesta, pero la recompensa es que cambie. Esta crisis tiene que ser la última y sepan que no van a encontrar del lado de los que hipotecan el futuro del país, no me van a encotnra del lado de los que especulan pensando en la próximas elecciones. Me van a encontrar del lado de los que van a dejar la vida por ustedes. Quiero que sepan que estos fueron los peores cinco meses de mi vida, después del secuestro”, confesó.
“Tengo la fortaleza necesaria y estoy acá por ustedes, pero necesito que enfrenten a los predicadores del miedo”, pidió.
