Stephen Paddock, el hombre que disparó a mansalva el domingo último a la multitud que concurrió a un recital de música country en Las Vegas, actúo por su cuenta y no como parte de un grupo terrorista.
El asesino, que tras el ataque se suicidó, tenía un arsenal de 42 armas.
El hombre vivía en Mesquite, una ciudad de 140.000 habitantes en el Estado de Texas, y tenía 62 años. Viajó unos 130 kilómetros hasta Las Vegas para perpetrar la masacre, que terminó con 59 personas asesinadas y más de 500 heridas.
El asesino se hospedó en una habitación del piso 32 del hotel casino Mandalay Bay y, desde allí, arremetió disparando sus armas contra los más de 22.000 espectadores que veían el concierto.
La policía del condado de Clark, al que pertenece Las Vegas, encontró 23 armas de fuego en la habitación del hotel y otras 19 en su residencia, según la agencia internacional de noticias EFE.
Paddock disparó en forma automática, con la instalación de dos dispositivos que en la culata de sus armas semiautomáticas.