Australia reportó hoy un nuevo récord de infectados de coronavirus en el estado de Victoria, el mismo día que los comercios en Melbourne, la capital regional y punto caliente del foco, se preparan para cerrar sus puertas por seis semanas para contener la pandemia.
Las autoridades sanitarias reportaron 725 nuevos contagios y 15 muertes, una cifra ligeramente superior que los 723 casos y 13 muertes del jueves de la semana pasada.
Desde esta noche, muchos negocios no esenciales -entre ellos comercios minoristas, peluquerías y gimnasios- permanecerán cerrados durante seis semanas en la segunda ciudad más grande de Australia. Además, quedarán restringidas las cirugías que no sean esenciales en los hospitales de Victoria, anunció el premier del estado, Daniel Andrews.
A raíz de la alta transmisión local y el incremento de casos de origen desconocido, Andrews declaró el domingo el toque de queda nocturno en Melbourne y el estado de desastre en todo el estado del sureste de Australia para conferir mayores poderes a la policía.
La semana pasada, Victoria se convirtió en el primer estado del país en hacer obligatorio el uso de tapabocas en ciertas circunstancias. “Será muy difícil, pero es necesario reducir estos números”, explicó Andrews sobre las nuevas restricciones.
Entre los 15 fallecidos de la última jornada se cuentan 12 residentes de centros para ancianos, uno de los focos de infecciones que más preocupa y donde se registran más de 1.400 casos activos en Victoria, el segundo estado más importante en términos demográficos y económicos de Australia.
“Varias de estas instalaciones (de cuidados de ancianos) que han estado en crisis se han estabilizado. De hecho, creo que todas ellas podrían describirse (ahora) como estables. Habrá más brotes y habrá otras instalaciones en las que (…) tendremos que intervenir”, señaló Andrews, citado por la agencia de noticias EFE.
El rebrote de Covid-19 en Melbourne, que las autoridades endilgan al supuesto incumplimiento de las cuarentenas de los viajeros internacionales, ha golpeado con fuerza a las residencias geriátricas, a donde se han enviado enfermeras de hospitales públicos para intentar frenar los contagios.
Por su lado, el estado de Queensland, que reportó un caso, anunció el cierre de su frontera interior con el Territorio de la Capital Australiana y con Nueva Gales del Sur, que reportó 12 infecciones vinculados a varios focos en Sydney.
Australia, que aseguraba haber suprimido la enfermedad hasta el rebrote en Melbourne, a principios de julio, registra unos 19.500 casos de coronavirus, entre ellos 247 fallecidos, desde el inicio de la pandemia.
(Télam)
