Angela Merkel comentó hoy que su decisión de abrir las fronteras de su país a cientos de miles de peticionarios de asilo hace dos años (2015) se debió a una “situación humanitaria de excepción” y no constituyó una base para “una estrategia de largo plazo”.
“Fue importante y fue lo correcto recibir a esta gente en una situación de excepción”, declaró la canciller alemana durante su rueda de prensa, celebrada a menos de cuatro semanas de las elecciones generales.
“Los europeos solo pueden gozar de bienestar y vivir seguros si nosotros miramos más allá de nuestras fronteras y nos ocupamos de nuestros países vecinos y de su desarrollo económico”, destacó Merkel.
De esta manera la mandataria esclareció su decisión de dejar en suspenso la aplicación de la Convención de Dublín, para abrir las fronteras alemanas a los millones de inmigrantes y refugiados que llegaron en 2015 a Europa. Estos huían de los conflictos en Oriente Próximo, Asia Central y Norte de África, de los cuales un millón se quedó en Alemania.