Las elecciones de ayer en Alemania confirmaron el liderazgo de la canciller Angela Merkel, que iniciará así su cuarto mandato, al frente de la coalición de los democristianos (CDU) con la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) . Sin embargo, estos comicios, dejan espacio para otras lecturas. Una de ellas, quizás la más notable, es la entrada al Parlamento alemán de la ultraderecha, ajena a esta institución desde finales de la Segunda Guerra Mundial. El ascenso de Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), coincide con el retroceso de la fuerza oficialista y del principal candidato opositor, Martin Schulz, del Partido Socialdemócrata (SPD).
De acuerdo a los datos aportados por la Oficina electoral federal -aún provisionales-, la alianza de Merkel obtuvo el 33 por ciento de los votos, que se traducirían en el ingreso de 246 diputados al Bundestag. Pese a este victoria, la coalición cosechó 8,5 por ciento menos de votos que en las últimas elecciones, y es el segundo peor resultado desde 1949, cuando alcanzó 31 por ciento de los sufragios.
En segundo lugar, Schulz obtuvo el 20,5 por ciento de los votos. En comparación a la anterior elección, la caída fue de cinco puntos.
En el tercer lugar se ubicó la ultraderecha, liderada por Alexander Gauland, ex aliado conservador de Merkel, y la economista liberal Alice Weidel. La fuerza que propone una Alemania por fuera de la eurozona tuvo el 13,2 por ciento de los votos, y en relación a la elección de 2013, alcanzó 8,5 por ciento más de sufragios a su favor.
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El cuarto lugar lo ocupan los liberales (FDP), con 10,4 por ciento de los votos. Los Verdes, en tanto, se posicionaron quintos, con 9,1 por ciento de los votos, seguidos por la izquierda radical, sumó 9 por ciento. Otros espacios políticos se quedaron con el 4,8 por ciento de los votos.
Ante sus seguidores, Merkel expresó que la CDU/CSU alcanzó su “objetivo” de ser la primera fuerza elegida por los alemanes. “Tenemos el cometido de formar Gobierno. Ningún partido puede gobernar sin nosotros”, dijo la canciller, quien, sin embargo, reconoció que esperaban un “resultado mejor”. La misión para la Canciller, ahora, será formar la coalición. Las negociaciones, se descarta, serán con los liberales y los Verdes, la llamada coalición Jamaica, por los colores de cada uno de los espacios que, en conjunto, forman la bandera del país caribeño.
El SPD ya anunció que serán la principal fuerza de oposición y no repetirán la alianza con Merkel.
Gauland, por su parte, festejó el resultado y advirtió: “Vamos a recuperar nuestro país y nuestro pueblo”. Con los resultados preliminares, la ultraderecha ingresaría al menos 90 diputados al Bundestag.
Con una buena elección de los liberales, con un repunte de 5,6 por ciento; y un crecimiento de los Verdes y la izquierda (0,7 por ciento y 0,4 por ciento respectivamente), la noticia, sin embargo, pasa por el preocupante avance de la extrema derecha. Entre otras ideas, AfD propone cerrar las fronteras, implementar un sistema educativo de acuerdo a “las capacidades” de cada estudiante y rechazar el acuerdo por el cambio climático.