Año 1993. Carlos Menem y Domingo Cavallo llevaban adelante la reforma del sistema de jubilaciones. Norma Plá se convertía en la cara visible de las protestas contra estos cambios. El desempleo, además, superaba la línea del diez por ciento. En este escenario, Michael Jackson, que este miércoles cumpliría 60 años (falleció en 2009), pisaba la Argentina por primera vez.
Detrás de la llegada de la estrella del pop con su gira Dangerous World Tour estuvo el empresario artístico Héctor Cavallero. “Tenía la obsesión de traer a Michael Jackson y lo pude concretar en el año ’93. Eso me dio mucho placer”, dijo hace algunos años Cavallero, en el programa El Oro y el moro, en Radio 10.
El hombre que en los 80 supo codearse con las más importantes figuras del espectáculo nacional consiguió tres fechas, que se concretaron el 8, 10 y 12 de octubre en el estadio de River. En total, 150 mil personas vieron sus recitales.
Pero la visita de Michael Jackson tuvo otros condimentos. Menem no perdió la oportunidad de tener una foto junto al cantante. Dos días antes de su primer recital, el artista pisó la Casa Rosada y también estuvieron Zulemita y Carlitos Menem. “Detrás del brillo de su figura, me pareció adivinar una gran tristeza interior. Que Dios lo tenga en la gloria”, dijo el ex presidente, tiempo después de la muerte del astro pop.
Algo curioso ocurrió en ese encuentro cuando, sin aviso, Michael Jackson le arregló el nudo de la corbata a Menem, quien se tomó con gracia el gesto del artista. Además, uno de los regalos que se llevó de la casa de gobierno fue un disco con los referentes del rock nacional, con temas de Charly García, Celeste Carballo, entre otros.
Aquellos días fueron una revolución en la ciudad. Los fans de Michael Jackson y la prensa lo seguían adonde fuera: a la puerta del hotel de lujo en donde se hospedó en el centro porteño, en un shopping a donde fue a pasear e incluso un parque de diversiones en Munro.
“Nosotros acá le tuvimos que conseguir un parque de diversiones y cerrarlo para que lo use él solo. Lo llamé a Pichuqui Mendizábal que era uno de los dueños. Michael fue a conocerlo escoltado por algunos chicos. Eso me provocó una gran ternura y piedad”, dijo Cavallero sobre ese paseo.
El primer recital de la serie de tres que dio en River quedaron en la memoria de sus fans. El primer tema fue Jam, pero antes de ese comienzo, Michael Jackson salió al escenario del Monumental y estuvo cuatro minutos quieto, como una estatua. “Olé, olé, olé, olé, Michael, Michael”, cantó el público al principio. Pero el tiempo pasaba y el cantante no se movía. Algunos, entonces, cambiaron de canción. “Un minuto de silencio, para Michael que está muerto”, se llegó a escuchar.