El ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, volvió al Congreso para reiterar ante la Cámara baja su defensa del rol que jugó como juez en el juicio que llevó a prisión al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en un debate que casi incluye golpes entre los legisladores.
Como ocurrió hace dos semanas, durante la primera comparecencia del ministro ante una comisión del Senado, ayer fueron discutidos los mensajes obtenidos por el sitio The Intercept, que sugieren que, como juez de ese caso, Moro dirigió de alguna manera a los fiscales que investigaron a Lula, lo que está prohibido por ley.
Los mensajes fueron obtenidos por The Intercept gracias a un “hacker” anónimo y para la oposición de izquierda, minoritaria en el Parlamento, son la prueba de que Lula, condenado y en la cárcel por corrupción, fue objeto de un juicio “parcial”, que en el fondo no era más que una “persecución política”.
Ese discurso fue repetido por cada legislador del Partido de los Trabajadores (PT), que lidera Lula, durante una sesión en la Cámara baja que duró casi ocho horas y concluyó cuando diputados del oficialismo y la oposición casi se golpean alrededor de la mesa en que estaba Moro, quien se retiró del recinto.
Así como los diputados opositores repitieron sus acusaciones a Moro, éste insistió una y otra vez en decir que no puede reconocer la “autenticidad” de los mensajes, reportó la agencia EFE. El ministro reiteró que los mensajes obtenidos por el medio periodístico, supuestamente intercambiados con fiscales de la Lava Jato durante el proceso contra Lula, deberían ser entregados a la Justicia para que verifique si son reales o si fueron editados.
Ministro Sérgio Moro afirma que é comum juízes trocarem informações com procuradores e advogados. Disse ainda que, como juiz da Operação Lava Jato, sempre agiu com correção, com base na lei e com imparcialidade, decidindo pedidos sem qualquer desvio. pic.twitter.com/pcRUNmN6sM
— Câmara dos Deputados (@camaradeputados) 2 de julio de 2019
Sin embargo, volvió a considerar que, hasta el momento, “solo se trata de mensajes obtenidos en forma ilegal”, que no ponen en duda su actuación como juez de la operación anticorrupción Lava Jato ni “presentan nada ilegal”. Según el ex juez, el único objetivo de la divulgación de esos mensajes es “invalidar condenas e impedir la continuidad de las investigaciones”, que aún siguen en torno a decenas de políticos y empresarios implicados en los escándalos vinculados a la trama en la estatal Petrobras.
También explicó que entregó el teléfono de su propiedad que fue objeto del ataque de un “hacker” a la Policía Federal, que depende de su área, pero volvió a aclarar que los mensajes obtenidos por The Intercept e intercambiados por la red Telegram fueron extraídos de móviles de algunos de los fiscales y no del suyo.
El contenido y posible impacto de esos mensajes en el juicio que llevó a prisión al ex presidente será analizado en agosto por la Corte Suprema, a la que la defensa de Lula pidió anular todo el proceso y liberar al ex presidente, en la cárcel desde abril de 2018, por la supuesta “parcialidad” de Moro.
El ministro volvió a presentar un balance de su actuación como juez de primera instancia en la operación Lava Jato, que fundamentó con datos que fueron aplaudidos por la base oficialista.
(Télam)