La realizadora argentina Lucrecia Martel, presidenta del jurado de la competición oficial de la 76 edición del Festival de Cine de Venecia, anunció hoy que no va a asistir a la gala en la que se proyectará la película de Roman Polanski, el viernes próximo, en solidaridad con las víctimas de acoso.
“No voy a asistir a la gala de Polanski porque represento a muchas mujeres que estamos luchando en Argentina por cuestiones como esta, no deseo ponerme de pie y aplaudir”, dijo la directora de “Zama” en la rueda de prensa inaugural del certamen, según informó la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, la realizadora dejó en claro que consideraba “acertado” que la película de Polanski esté en La Mostra, que inaugura hoy y se extenderá hasta sábado 7 de septiembre: “Porque es un diálogo que nos debemos y qué mejor lugar que este para emprender ese camino”.
El realizador polaco-francés ganador del Oscar a mejor director por “El pianista” (2002) tiene un pedido de captura activo por la violación de una menor de edad en 1977 en Estados Unidos, razón por la que hace décadas no pisa el suelo de este país.
Este viernes estrenará en el Festival su trabajo “J’accuse: El oficial y el espía”, en la que da su visión sobre el denominado “caso Dreyfus”, un afamado hecho de antisemitismo contra un capitán de origen judío-alsaciano del ejército francés ocurrido en 1894.
“La presencia de Polanski con noticias del pasado me resultó muy incómoda”, dijo Martel acerca de sus dudas iniciales a presidir el jurado, que finalmente terminó por aceptar: “No separo la obra del hombre, pero creo que su obra merece una oportunidad por las reflexiones que plantea”.
Además, aseguró que tomó en cuenta la postura de la víctima de Polanski, que a día de hoy considera el caso cerrado: “Si la víctima se ve resarcida, ¿qué vamos a hacer nosotros? ¿ajusticiarle, negarle estar en el festival, ponerle fuera de competición para proteger el festival? Son conversaciones pendientes de nuestro tiempo, sacar o meter a Polanski nos obliga a conversar, no es algo sencillo de resolver”.
En tanto, la directora salteña también se manifestó a favor de la instauración de un cupo para realizadoras mujeres en el festival, ya que la competencia oficial cuenta sólo con dos mujeres, la saudita Haifaa Al Mansour y la australiana Shannon Murphy, frente a diecinueve colegas hombres.
“No me da felicidad pero no sé de qué otra manera podemos empezar a forzar a esta industria a pensar de otra manera; esto no quiere decir que cualquier película dirigida por una mujer esté haciendo una gran lectura sobre la humanidad, pero es indudable que el cine no está representando la complejidad de la sociedad”, agregó.