George H.W. Bush, el presidente estadounidense que selló el fin de la Guerra Fría y lideró la Guerra del Golfo contra Irak en 1991 falleció anoche a los 94 años.
Su esposa, Bárbara, con la que estuvo casado 73 años, había fallecido en abril pasado y el exmandatario estaba hace varios años con problemas de salud, aquejado de la enfermedad de Parkinson.
Los Bush, que tuvieron seis hijos, entre ellos un expresidente y un precandidato presidencial, encabezaron una de las grandes dinastías políticas estadounidenses.
La muerte del político conservador, cuya imagen de “héroe de guerra” condensa el político con el que muchos estadounidensea se identifican, sacudió la política internacional por lo que líderes de todo el mundo expresaron su pesar y condolencias ante le hecho.
El presidente Donald Trump compartió poco después del anuncio un comunicado a través de su cuenta de Twitter donde expresó el “dolor de una Nación que lamenta la muerte del expresidente”.
“A través de su autenticidad esencial, su agudo ingenio y su inquebrantable compromiso con la fe, la familia y el país, el Presidente Bush inspiró generaciones de compatriotas al servicio público a ser, en sus palabras, ‘miles de puntos de luz’, iluminando la grandeza, la esperanza y la oportunidad que Estados Unidos puede ser al mundo”.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, elogió hoy la figura y la “sabiduría política” del expresidente estadounidense George H.W. Bush, en un telegrama de condolencias dirigido a su hijo George.
“Querido George, recibe mis más profundas condolencias con motivo del fallecimiento de tu padre”, señala el texto del mensaje, difundido por la oficina de prensa del Kremlin.